Tumbados en el césped, en medio del receso de clases y bajo un árbol poco frondoso, los amigos intentaban tomar un poco de aire fresco para huirle al calor que ese día los azotaba con inclemencia.
—En serio, me estoy derritiendo de calor— se quejó Samantha. El cabello de su coleta se pegaba a la nuca por el sudor.
—Ni que fueses hielo para derretirte— burló Ythan.
—Cállate te odio. ¿Cómo puedes estar con esa sudadera en este calor y aún así verte fresco como lechuga?— le dijo Samantha.
—Porque soy cool— respondió sonriente.
Val se arrimó hacia Samantha y con mucha agilidad recogió la coleta de ésta en un moño en la parte superior, y fijó en su sitio con un lápiz.
—¿Mejor?.
—¡Mucho! Gracias.
—Me gusta esto— Sai se acercó a la nuca de Sam.
—¿Qué?— Ythan y Val también se habían acercado.
—Es un lunar— Val, se tendió en el césped.
—Ah, sí, y tengo otro de este lado— Samantha mostró otro lunar que tenía en el extremo opuesto—, y aquí, y aquí— señaló con inocencia el del hombro y el que tenía en la clavícula.
—Y aquí— terminó Ythan señalándole uno que tenía justo sobre el labio.
—Tienes lunares estratégicos— dijo Sai
—¿Como que estratégicos?—preguntó sabiendo que pronto estaría sonrojándose. Le pareció percibir un ligero tono verde cruzando el rostro de Ythan.
—Estratégicos... para la guerra
—¿Qué guerra? ¿De qué hablas?— dijo Val— el calor empieza a derretirte el cerebro
—Cualquier tipo de guerra, noide, energética, vampira...— Sai le guiñó el ojo a Samantha.
Samantha sonrió pero no dijo más nada. Le encanta Sai pícaro pero más le gustaba que tuviesen ese tipo de chiste, único de ellos. Ythan, tampoco había entendido, o eso creía Samantha, aunque a juzgar por la cara larga que puso, parecía tener una idea bastante cercana de lo que había querido decir Sai.
En otras oportunidades Samantha había notado como a Ythan le cambiaba la cara y los gestos en cuanto Sai aparecía. No se caían en gracia, y la única razón por la que los muchachos compartían juntos era porque Samantha insistía en que así fuese. Se toleraban a medias, y aunque muchas veces coincidían en ideas o en chistes, a ambos pareciera que le dieran un puñetazo en la cara cuando notaban que estaban, como dicen, en la misma página del libro.
Samantha tenía que presentar ese día un examen de recuperación. Antes de las vacaciones de navidad, y luego del atentado de Markus había faltado 2 semanas a clases; para poder nivelarse, varios profesores le ofrecieron realizar exámenes o trabajos. Hoy le tocaba realizar uno de los últimos exámenes. Sai y Val se quedarían con ella.
El examen resultó ser más largo de lo esperado, Val se asomó por la puerta del salón y le hizo señas a Samantha para saber cuánto le faltaba. Samantha, viendo la hora y a sabiendas que sus amigos debían irse, le dijo a Val que se fuese, pero lo que no se imaginó era que el examen contaba con una parte práctica. Para cuando terminó de salir del examen, la universidad estaba desierta, salvo uno que otro profesor en el Edificio A, Sai y Val se habían marchado, y por lo que veía, Ythan también.
Se armó de valor y corrió lo más rápido que pudo hasta la salida más cercana, pero en ella se encontraban Markus, Cloid, Carl, Vince y otro que era primera vez que veía. Frenó en seco. Markus sonrió al verla y lo siguiente que sintió fue un aire gélido golpearla en el pecho. Samantha retrocedió dos pasos con el primer empellón, pero no se quedó para averiguar si los otros aplicarían la misma técnica.
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Gemas de Poder: Sobrevivir Con Poderes
Fantasy¿Qué pasaría si despertaras de una espantosa pesadilla recurrente, en medio de un ritual de atadura de poder que te está haciendo tu familia? Samantha siempre se había creído a lo largo de su vida, una adolescente corriente, estándar e incluso este...