O tal vez no.
Hasta ahora no la había dejado hablar, por lo que lo mejor era decir lo que quería y rogar porque llegaran sus padres para interrumpirlos, de esa manera tal vez no terminarían en gritos, ya que eso era a lo que llegarían, estaba más que segura.
—Ya basta de callarme, necesito hablar contigo y tiene que ser ahora —ya estaba muy molesta por no poder hablar, se había cansado de que en cuanto abría la boca, Dominic la callara.
—Bien, que sea rápido porque mis padres están por llegar —dijo revisando su celular.
Lo guardo y fue a sentarse junto a ella, cerca, muy cerca. Sus ojos verdes eran hipnóticos desde tan poca distancia, se sentía transportado con solo verlos; su rostro parecía tallado cuidadosamente por algún experto, sus mejillas estaban sonrojadas, tal vez era por que la hizo correr o porque estaba muy próximo a ella. Un vistazo a sus labios hizo que de inmediato quisiera besarlos.
Skyler no se movió en cuanto Dominic estuvo justo frente a ella, aunque se moviera solo un poco, chocarían por la proximidad; observando más atentamente su rostro, se dio cuenta de que sus pestañas era muy largas, sus ojos cafés resplandecían y sus labios la llamaban. Le costó dejar de ver su boca y en cuanto subió la vista vio que el la miraba divertido, Dominic poso su mano en la mejilla de ella y estaba segura que su cara ya no podría estar más roja, la jalo un poco, juntando sus frentes y sintiendo su aliento en la boca...
Un hada, pensó, un hada que lo había hechizado. Su mirada resplandecía, lo cegaba su hermosura e inocencia, su aroma lo mareó, era exquisito y suave, vainilla. Vio que ella cerraba los ojos e hizo lo mismo.
Escondida en el pasillo, Rouse sonreía y recordaba. Sus ojos se llenaron de lágrimas al recordar a su amado Dom, lo extrañaba. Su nieto le recordaba tanto a su esposo... se asomó de nuevo, tantos años de vivir sin él a su lado, estando sola, recibiendo lastima de todos. Con mucho cuidado de no hacer ningún sonido que distrajera a los tortolos, dio media vuelta y regreso a su habitación, ya no estaba como para bajar y subir con la silla, se negaba a tener una eléctrica, pero quería ver a Dominic con Skyler. Tardó en llegar a su cuarto y cerró la puerta, sin que nadie la viera se puso de pie y camino los pocos pasos que le quedaban hacía su cama, el dolor le recordaba a cada momento lo que perdió ese día, jamás podría olvidarlo; de vez en cuando se ponía de pie para caminar y acordarse de lo vivido, del amor de su vida...
Perdido en el tiempo, se separó de ella para enterrar la cabeza en la curva de su cuello, oliendo y sintiendo como es que se retorcía. Comenzó a acariciarle el cuello.
—No —sorprendida, se aleja lo más que le permitió el sillón. No supo cómo es que esa palabra salió de sus labios, simplemente, al sentir sus manos y saber que estaría de nuevo entre sus brazos le dejo sin sentido, pero una pequeñísima parte de su cerebro se preguntó si lo permitiría, después se perdió en la sensación y dijo...
— ¿No? —pregunto Dominic.
—Dije que quiero hablar contigo —su voz tembló un poco.
Sinceramente no quería dejarla hablar, sabia de que tema lo haría y solo desperdiciarían el tiempo, lo podría aprovechar conociéndose mejor... y no hablando precisamente.
—Ok, te escucho —miro su reloj —, pero solo tienes cinco minutos antes de que lleguen mis padres, si llegan y aun no me has dicho nada ya no te escuchare más adelante.
Bien, pues cinco minutos serían suficientes para explicarle.
—No me casare contigo —comenzó, lo callo cuando abrió la boca para hablar —, no pienso hacerle eso a tu novia, el que Jack rompiera nuestro compromiso sin siquiera escucharme me dolió, y mucho, así que no quiero que ella pase por esto, no es justo —De nuevo estaba llorando, no lo podía evitar, las heridas aún estaban muy frescas —. Nadie tiene la culpa de lo que paso, tal vez el hospital pero ya nada de eso importa, ahora solo debemos de solucionarlo, no causar más problemas y mucho menos más tristezas, así que por mí no se detengan, sean felices juntos.
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Virgen Embarazada
Teen Fiction¿Cómo había dicho? No podía ser posible que estuviera embarazada, por Dios, nunca había estado con ningún hombre. No era posible y menos aún de ese chico, que en su vida había visto. __________________________ Pfff, lo sé, soy una Dio...