Capítulo 30°

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!!Noticias abajo¡¡

Capítulo dedicado a...

JualianaJCS


Los meses pasaron, la paz y felicidad que había en la casa de la familia Amiel era única e imposible de no notar.

El día de saber el sexo del bebé Rouse casi se desmayó cuando se enteró de que sería bisabuela de una hermosa niña, Dominic lloró en el momento de la noticia, en pleno consultorio. Skyler era otra cosa, ella todo el tiempo lloró, desde el momento en que la vio en la pantalla lagrimas caían por sus ojos.

Toda la familia Amiel había salido de casa para poder comprar lo que fuera para decorar el cuarto rosado que estaba a un lado de la feliz pareja, incluso tíos y primos lejanos mandaban fotos con los regalos que ya tenían para nueva vida en la familia.

Skyler a pesar de sentirse apenada por gastar el dinero que Dominic decía que era suyo, lo hacía cada vez con más frecuencia, claro que siempre preguntaba a su esposo si podría ayudar en alguna cosa ya que no estaba en ella el estar en casa sin hacer absolutamente nada.

No fue muy del agrado de Dominic pero también entendía que no podía simplemente dejarla encerrada mientras él trabajaba. Skyler estaba acostumbrada a hacer algo y que mejor que estuviera a su lado que en casa, por ello le dijo a su padre que ella lo ayudaría a elegir algunos escritos para la editorial.

Era de tarde cuando salió de la editorial, Dominic se había quedado a terminar unos informes. Caminando por el estacionamiento llego a donde la esperaba el chofer, en el camino a casa se sentó junto a la ventana para poder ver a las personas que transitaban por la calle, sonrió cuando una patada por parte de su pequeña le hizo cosquillas. Su panza creció bastante, no era enorme pero si se notaba bastante ya el que estaba embarazada. Vio nuevamente por la ventana mientras cantaba una canción para su pequeña, sabía que no se tranquilizaría hasta escuchar de nuevo a su padre, a menos que le cantara.

Justo cuando pasaron por una tienda, reconoció a las personas que iban saliendo de esta.

— ¿Podría parar por favor?

—En seguida, señora Amiel.

En cuanto paro el coche ella bajo del auto y fue directa a sus padres.

—Mamá, papá —saludo.

— ¡Skyler! —su madre empujo todas las bolsas hacia a su padre y corrió a abrazarla, cuando se separó poso sus manos en la pancita de Skyler, acariciándola —. ¿Cómo está mi nieta?

—Muy bien, creo que esta despierta —dijo cuando sintió otra patadita.

Las dos rieron despacio, disfrutando del momento.

El señor Petit dejo las bolsas y cajas en suelo.

—Hola hija.

—Hola papá —contesto sonriendo —. ¿A dónde iban con tantas compras?

—Íbamos para tu casa, son cosas para ti y nuestra nieta —dijo su madre mientras tomaba algunas bolsas —, Shannon nos invitó a cenar.

—Oh, entonces vamos —dijo Skyler señalando el auto.

—Tu padre trae su auto, querida, pero te alcanzamos allá.

Se despidieron y Skyler fue al auto recordando el momento en que sus padres aparecieron en casa de la familia Amiel para poder verla. Jack había ido a verlos y les conto lo que en verdad paso, su madre lloro mientras pedía disculpas, al igual que su padre; desde ese día estaban en contacto todo el tiempo, para saber de ella y de su nieta, se convirtieron unos abuelos ansiosos por la llegada de un nuevo miembro de la familia. Riendo llego al auto, su querida hija no dejaba de patear, algo la tenía un poco inquieta, la acaricio y comenzó a cantar nuevamente para tranquilizarla.

Virgen EmbarazadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora