- ¿Cerca trova? Menudo acertijo... ¿qué se supone que significa? - Preguntó el pelinegro, haciendo una pequeña pausa, un tanto asombrado, habiendo dicho aquella frase tal y como se leía. Teniendo el sobre manchado de color café en sus manos.
- Se dice cerca trova, Yuu... está en italiano. - Le corregí, cruzándome de brazos, teniendo sobre la mesa frente a mí, el collar que venía junto con la carta.
- Bien pero... ¿qué significa?
- <<Busca y hallarás>> - Respondí con cierto tono melancólico, volviendo a tomar el collar pero esta vez lo coloqué alrededor de mi cuello. Si bien al hacerlo la expresión de Yuu cambió al ver cuando colgué en mi cuello aquel adorno, una mirada desconforme seguido de un suspiro.
- Y es ahora que descubro que sabes italiano, ¿aprendiste tu sola? - Dejó dicha carta sobre la mesa, siguiéndolo con mi mirada hasta perderlo de vista justo cuando entró en la cocina.
- En realidad no, ella nació aquí, pero su labor era ser traductora, más que una enseñanza para mí era como un hobby el aprender otro idioma. Supe hablarlo gracias a mi madre. - Alcé el tono de mi voz para que pudiera oírme desde donde se encontraba. Era de lo único que me enorgullecía, aprender algo más que simplemente formas de herir a alguien. Pasado un rato, tenía a Aoi caminando hacia donde estaba con una taza para cada uno de café, sentándose junto dejó la taza frente a mi.
- ¿Por qué se relaciona contigo o con tu madre?
Esbocé una sonrisa ladina, si bien era extraño recibir algo así, esa pequeña frase me trajo muchos recuerdos, me era difícil responder con claridad la duda del moreno.
- Bueno, en el Salón de los Quinientos, que esta no más ni menos ubicado en el Palazzo Vecchio que se encuentra en Florencia, Italia. Allí yace una de las obras más fantásticas para mi madre, la Battaglia di Marciano, de Giorgio Vasari. Lo admiraba mucho y en el mismo mural, si se tenía buen ojo, se podía leer aquel mensaje oculto "cerca trova" un acertijo sin resolver desde hace muchos años atrás, hasta ahora que fue descubierto en la época de los '70. - Relataba, mientras paseaba mi dedo índice por todo el contorno del haz de la taza, me daba nostalgia tan solo el pensarlo. - A mi madre le fascinaba el saber el verdadero significado de esa frase que estuvo escondida frente a nuestros ojos todos estos años, obviamente había muchas teorías, pero ninguna acertada.
La expresión de Yuu era más que de asombro a lo que acababa de contarle, sin duda le había dejado sin palabras y eso era notable a lo que reí casi a carcajadas.
- ¿Tu madre es... Mizaki Vongola, cierto? - De repente tuve la piel de gallina al oír el nombre de mi madre. Estaba a punto de preguntar cómo lo sabía, pero al instante mi mente se iluminó al recordar que él estaba a cargo del asesinato de ella, justo cuando había entrado a su hogar hace unas semanas atrás. Lo único que pude hacer fue mover mi cabeza de arriba abajo, afirmando lo dicho.
- Ella fue el primer caso que me asignaron, no existían pruebas contundentes. Tan solo el arma que utilizaron para... - se detuvo un segundo, como si quisiera omitir una palabra. - luego de eso no había nada, ni huellas, ni rastros. Nada de nada... el caso quedo archivado.
- Ya veo... lo que no entiendo es cómo supo donde estaba. - No había tocado mi café para nada, aparté la taza evitando así cualquier accidente y volví a tomar el sobre para verlo con más detalle.
La carta estaba en blanco, tan solo se leía cerca trova, Yumi. Justo casi en el medio de la frase se hallaba la gota de sangre, era más que perceptible que estaba seca, una gran mancha roja oscura se interponía. Amargamente sonreí, al menos el último recuerdo de mi madre no sería la horrible foto que hallé, sino el collar del pequeño delfín. Era más que suficiente para mantener su recuerdo vivo.
Entre tantas confusiones como dudas sobre quién era el autor de la carta, lo que llegaba a reconfortarme eran los cálidos abrazos de Yuu, me tranquilizaban, pero no podía estar todo el día de esa forma. Era más que sabido que quién envió la carta sabe dónde me encuentro ahora y sobre mi madre.
¿Pero qué es lo que debo buscar y hallar? No tenía sentido.
Pasé un buen rato pensando en todas las posibilidades por habido y por haber de quién estaba detrás de todo esto, era sencillo adivinar que la carta estuvo guardada por un buen tiempo, eso ya lo había notado desde un principio, como si hubiera esperado al momento indicado de enviarla.
De haberme quedado pensando lo haría, pero Yuu insistió en que lo acompañara al estudio así podía despejar mi mente por un momento y no agobiarme, ya habría tiempo de buscar respuestas para todas mis preguntas.
Tenía razón, sin negarme a su invitación me puse de pie y fui a cambiarme de ropa. Las opciones eran limitadas por lo que tuve que improvisar tan solo un poco, utilizando la ropa oscura que llevaba desde un principio. Era algo llamativo de día, una chaqueta ajustada de cuero junto con unos pantalones que combinaba con la misma, y unas botas con tacón de punta. Ahora lo vería en su trabajo principal, el cual consistía en la composición de canciones, totalmente diferente a lo que se trataba en resolver casos de homicidio.
Una vez en el estudio, pasó a presentarme quienes supuse que acostumbraba a trabajar usualmente, cuando se trataba de la grabación de una nueva canción. Inclusive cuando habíamos arribado al lugar lo estaba esperando un hombre de cabello castaño corto, sentado justo en frente a lo que imaginé que se trataba donde se hacía la mezcla del sonido. Tenía en su poder un par de papeles los cuales ojeaba, sin haberse percatado de nuestra presencia, luego de un par de minutos se había volteado, dibujando una gran sonrisa en sus labios. Aquel hombre de ojos marrones oscuros y sonrisa alegre, se me hizo conocido al instante de verlo cara a cara.
Nota: Capítulo inspirado en la novela de Dan Brown, Inferno.
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Blemish
FanfictionNombre: Yumi Fecha de nacimiento: 8 de junio de 1993 Nombre clave: Lucy Lucy, la más reconocida asesina de la mafia Vongola. Origen Italiano, por supuesto, nada más ni nada menos la hija de un gran mafioso en la...