CAPÍTULO 9 DESICIONES

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A la mañana siguiente el despertador suena a las 7 me levanto del suelo, el trasero me duele horrores pero no más que el alma, no pude pegar ojo en toda la noche. Trate de pensar en lo que haré pero no encontré respuestas, entonces me meto directo a la ducha. Dejo que el agua recorra todo mi cuerpo, me demoro más de la cuenta. Me siento agotada tanto física como emocionalmente me han destruido, es por ello que siempre me he cerrado a toda posibilidad de enamorarme, creía que él sería quien me vendría a rescatar como mis héroes literarios que rescatan a todas las presas del desamor.

Me miro en el espejo y me veo las ojeras espantosas que se marcan en mi rostro, jamás me ha importado mi aspecto pero ahora parezco un zombi. Elijo unos jeans y una camiseta morada, me hago un chongo y listo. Voy a la cocina con Ameli. Está preparando algo pero el simple olor me produce nauseas. Voltea y me observa por su reacción sé que me veo horrible. –Hola. –me saluda. – ¿quieres desayunar algo? –niego con la cabeza. –Tienes que comer.

-Gracias, pero no tengo hambre. –y es cierto.

-Bueno bebe al menos el café, iré por algo para esas ojeras. –veo cómo se va a su habitación cuando escucho que se acerca tomo la taza de café pero solo la beso, porque no creo que nada pueda pasarme por la garganta, lo hago para que no se preocupe. –Bien voltea necesito quitarte la espantosa imagen de morticia que te estáis cargando.

Me aplica un montón de cosas en la cara y después me pasa un espejo y me encuentro con la Brenda de siempre como si no hubiese pasado nada, aunque por dentro sé que estoy que me lleva el tren. Escucho que suena el timbre y recuerdo que Liam se ofreció a llevarme al trabajo. Miro el reloj y son las 8 es muy puntual.

-¿Quién podrá ser? –pregunta Ameli.

-Es Liam. Se ofreció a llevarme al trabajo. –respondo. –nos vemos en la tarde.

Tomo mi bolsa del sofá, no hace falta que vuelva a lavarme la boca ya que no he probado bocado, corro abrir y me encuentro a Liam sonriendo le devuelvo la sonrisa. Nos saludamos, y cierro la puerta bajamos las escaleras sin decir nada, una vez en la entrada trata de tomarme de la mano pero le niego y lo entiende.

Caminamos hacia mi trabajo, pasamos por la cafetería y eso me produce un vuelco en el corazón. Caminamos y caminamos, sé que Liam me observa pero también sé que es muy educado como para preguntarme que me pasa. Trato de memorizarme el trayecto para que después pueda ir y venir sola. Cuando por fin llegamos son 15 pasadas de las 8 y hoy si he llegado temprano. -¿Queréis que venga por ti? –pregunta Liam rompiendo el silencio.

-No quiero ser grosera. –pero ya lo estás siendo me dice la voz interna que vive en mí. –pero quiero regresar sola.

Liam asiente. –Brenda, no me gusta verte así. Sé que te ha lastimado y no lo mereces. Dime que te ha hecho ese gilipollas. –Que hago le digo o no le digo. –Brenda por favor, dime.

Me muerdo el labio inferior pero sé que no puedo guardármelo, me da pena pero si no lo digo estallare en cualquier momento. –Se cogió a otra. –lo digo con la misma palabra desagradable con que lo dijo él. Veo como Liam cierra los puños y sus ojos están que sacan chispas, pero se limita a abrazarme.

-No merece que lo quieras, sabes, eres mucho para ese gilipollas. –me acaricia la espalda y yo solo me recargo sobre él. Pero las lágrimas aparecen en mí y eso es horrible me digo estoy llorando frente de mi trabajo.

DÍA 2 MIERCOLES...

DÍA 3 JUEVES...

DÍA 4 VIERNES...

DÍA 5 SABADO...

DÍA 6 DOMINGO...

DÍA 7 LUNES...

DÍA 8 MARTES...

DÍA 9 MIERCOLES...

DÍA 10 JUEVES...

DÍA 11 VIERNES...

Los días pasan muy lentos, durante estas últimas dos semanas han pasado muchas cosas. Primero sé que Liam fue a romperle la cara a Darry, lo dejo hecho añicos me entere por Ameli, esa misma tarde en la que Liam fue a dejarme al trabajo, Darry llego al café con el labio partido y el ojo morado, me enoje con Liam pero sé que lo hizo porque me quiere, aunque sé que no fue lo mejor. Ese mismo día Susan se ha dado cuenta de mi estado de ánimo, porque se quedó conmigo todo el rato que estuve trabajando y digo rato porque solo fueron un par de horas, cuando vio que no daba una me ha dicho que podía irme a casa a descansar y que me presentara a la mañana siguiente. Pero nada más llegar a casa me derrumbe, me encerré en mi habitación y me convertí en un mar de lágrimas. Llore hasta que me quede dormida y no desperté hasta el día siguiente.

Por Ameli me he enterado también que él me busca, claro no por el teléfono porque sabe muy bien que no responderé, pero le pregunta por mí, esta que no lo calienta el sol así tal cual lo ha dicho ella, según ella tiene aspecto de un hombre que ha dejado de comer y de arreglarse supongo que se ha dejado de cortar la barba. Pero no solo él es quien está mal. Yo soy la más afectada en todo esto, fui yo a quien le pintaron los cuernos de una forma pero si bien horrible. Como es posible que a cuantos días de iniciar una relación tu novio va y se coge a otra, que alguien me explique eso.

Joe se ha estado pasando un par de horas por la librería para hacerme la plática ya que él tiene dos horas de comida y como yo últimamente no salgo a comer él viene a su primera hora de descanso que es la misma que la mía. Ya le deje bien claro que solo como amigos al igual que Liam pero este no se da por vencido se ha pasado todas las tardes conmigo. Aunque yo he olvidado como se sonríe, me duele y mucho en vez de sonreír ahora lloro, me parezco a una mujer tan sensible como aquellas que están embarazadas y lloran sin ningún motivo o razón.

Luego está la llamada de mamá y papá que quieren que los visite. Me lo estoy pensando mucho la verdad es que llevo un par de meses sin verlos y los extraño. Sabrina también me ha comentado que quiere que la visite y sé que no estaría nada mal ir a Nueva York y tratar de olvidarme de él, borrarlo de mi vida completamente.


Un amor en MadridDonde viven las historias. Descúbrelo ahora