Avanzamos unas cuantas cuadras y siento que me perforan más los pocos pedazos que quedan de mi corazón... no puedo continuar, no viéndolo en ese estado, sé que lo que hizo no se perdona con nada pero ha dicho que me ama y yo, yo no puedo decir que lo amo porque es muy pronto, pero sé que lo quiero y mucho.
-Detente por favor. –le grito a Liam. Hace chirrear los neumáticos y me mira perplejo. –tengo que regresar. –le digo, cuando estoy a punto de abrir la puerta.
-Brenda, que demonios estás haciendo, por qué quieres volver. –no le diré que voy por Darry eso está claro.
-No te pido que vengas conmigo pero, necesito hacer algo. Te agradecería que le dijeras a Ameli que no tardo en regresar a casa. –dicho esto no le doy tiempo de que me impida cambiar de opinión, doy un portazo al Ferrari y después me arrepiento es un coche muy caro. Escucho como grita mi nombre pero no volteo, necesito volver con Darry. Corro lo más que puedo. A pesar de que soy consciente de que llevo los tacones de Ameli, pero es más fuerte el sentimiento que me impulsa a ir a su lado.
Cuando llego hasta el lugar, lo veo de pie tratando de parar un taxi supongo, porque está a la orilla de la carretera y no me equivoco porque un taxi se para a su señal antes de que se suba le grito.
-¡¡ Jeremy!! –es su nombre y sé que solo yo le llamo así. De inmediato se gira y me ve con esos ojos azules pero vidriosos y apagados.
No se sube al taxi, cierra la puerta y trata de avanzar pero se frena y quizá piense que solo es producto de su imaginación y quizá tenga miedo de que vuelva a marcharme. Así que esta vez soy yo quien avanza. Llego hasta él y no sé qué hacer, le acaricio la mejilla y un hola sale de entre mis labios pero apenas es un susurro.
-Estáis aquí. Volviste y es real, eres real. –me estrecha entre sus brazos y yo me dejo estar, lo quiero y sé que ambos nos necesitamos. –No sabéis cuanto he soñado con esto, por favor no me dejes, no otra vez.
-Nunca me fui. –logro decir aun entre sus brazos.
Caminamos de vuelta a mi casa, le he dicho que podíamos ir por un café pero no ha querido. Y bueno también necesita que alguien le cure esos nudillos maltrechos que tiene después de la golpiza que le ha dado aquel hombre que ha tratado de sobrepasarse conmigo, de solo recordarlo me dan escalofríos pero sé que con Darry a mi lado no hay peligro. Bueno sí que lo hay y es un peligro mucho más grande, tengo miedo de volver a caer.
Durante el trayecto no hablamos, yo no puedo volver la mirada hacia él pero sé que me observa de reojo, noto esa sensación de corriente porque lleva mi mano en la de él. Sé que no está nada bien lo que estoy haciendo pero necesito que se sienta bien y pueda recobrar algo de fuerza. ¿Y tú? qué hay de ti Brenda ¿Quién te dará esa fuerza a ti? Escucho decirme la voz que vive en mí.
Llegamos por fin a mi edificio y lo invito a pasar, lo duda un poco pero en el fondo sabe que quiere hacerlo, así que sin más acepta. Subimos las escaleras y cuando llegamos a mi piso abro de inmediato. Lo hago pasar y entonces nos encontramos con tres caras perplejas la de mi amiga y la de su novio junto con la de Liam. No quiero dar explicaciones pero el que Darry esté aquí no es bueno, no después de los terribles días que he vivido y de los cuales ellos han sido testigos, después de que han sido mi paño de lágrimas.
Veo la cara de furia de Liam, pero no me dice nada. Se levanta y se despide de mi amiga y su novio. –me alegro de que ya estéis en casa. –me dice antes de marcharse.
Ameli me ve con cara de voy a matarte y se va junto con Logan a su habitación. –Creo que jamás van a perdonarme lo que te hice ¿cierto? –me mira pero no sé qué decir. -¿Y tú podrás perdonarme algún día?

ESTÁS LEYENDO
Un amor en Madrid
Storie d'amoreBrenda es una chica que quiere aventurarse a vivir sus sueños y el primero de ellos es Madrid... Darry es un chico que no tiene planeado nada en la vida, no le interesa tener novia porque eso solo son cursilerías. pero cuando conoce a Brenda todo...