Hoy es lunes. Lunes 14 de Noviembre, hace nueve días que Liam se fue, no quiso que lo acompañara al aeropuerto. Pero cuando regrese todo será diferente, lo sé. –Cuando te vas Bree. –me dice Susan. Hoy se ha quedado todo el día con Robert y conmigo, según ella quiere saber cómo su sobrino recibe a los clientes y como es su trato.
-El 28. –respondo. Falta muy pocos días para que este de vuelta en casa de mis padres y no sé si eso me alegra o me entristece.
-Valla, falta casi nada. –asiento con la cabeza y me dedico a seguir archivando los libros que Robert no ha puesto en la base de datos. Miro la hora y ya casi es la hora de mi salida, voy al baño a checar como esta mi cabello porque no tarda en llegar Darry por mí. En la mañana me lo acomode con un pasador, pero a la hora de la comida se soltó un airón que me alborotó todo. Escucho voces fuera, supongo que es algún cliente, el cual está siendo atendido por Robert y supervisado por Susan. Al salir casi me voy de sentón al suelo, Darry está sobre el mostrador platicando de lo más entretenido con Susan y ésta, está tan absorta en la plática que no me ve.
-Hola. –le digo a mi novio.
-Hey, Hola cariño. –me regala un pequeño beso en los labios frente a Susan, entonces siento que me ruborizo.
-Nos vemos mañana, Bree. –me dice Susan. Darry me toma de la mano, en la otra ya tiene mi chamarra junto con el bolso. Me despido de Susan y Robert.
En la calle nos espera el coche de Darry, me abre la puerta y yo me introduzco. Me abrocho el cinturón, Darry hace lo mismo y entonces pone en marcha el coche. –Desde cuando eres muy amigo de Susan. –le digo.
Me regala una sonrisa, tomando mi mano. –Desde hoy. –responde.
Llegamos en un abrir y cerrar de ojos a casa, Mel como últimamente, no está en casa. Según ella, lo hace para dejarme más tiempo a solas con Darry, según yo, me está evitando a como sea, y hacerse a la idea par cuando no este.
-¿Quieres que prepare café? –le pregunto.
-Te ayudo. –veo que se va a la cocina, toma la cafetera y la llena de agua.
Yo me dirijo a mi habitación, dejo la bolsa en el pequeño sofá junto con la chamarra. Observo mi pequeña pero acogedora habitación y siento que la echare mucho de menos este par de días que estaré fuera. Me siento algo nostálgica y no sé porque, no entiendo porque estoy sintiendo esto, cuando me fui de la casa de mis padres no me sentía de esta manera. He tratado de hallar respuestas a estas sensaciones que he estado presentando desde que Liam se fue, presiento que este viaje de vuelta a mi país traerá consigo un monto de cosas nuevas.
-Hey, porque tardáis. –siento las manos de Darry en mi cintura.
Me giro y lo abrazo, inspiro su aroma mentolado. Lo voy a extrañar mucho, aunque solo sean unos días. –Te quiero. –susurro contra su pecho.
-Yo te quiero más. –responde, depositando un beso sobre mi cabeza.
Después de unos minutos por fin logro separarme de él. Me siento en la cama, quitándome las convers, Darry me imita. Subo completamente los pies a la cama y me abrazo a ellos.
-En que piensas. –inquiere Darry.
-En nada,... es solo que, será extraño dormir nuevamente bajo el techo de mis padres. –respondo, y es cierto. No sé qué es lo que dirá Papá cuando me vea ahí, le he dicho a Mamá que no le dijera nada de mi llegada.
-Porque lo dices.
-Sabes cómo es la relación con mi padre.
-También se que han hablado y han intentado hacer las paces. –es cierto, hace poco Darry me convenció de hacerlo. Marco el numero de mi padre y no se fue a su casa hasta que escuchara la conversación con mi padre y más aun escuchar los disculpas. No contesto, solo me limito a verlo a los ojos y encogerme de hombros. –Iré a ver cómo va el café, ¿vienes? –pregunta.
-Te alcanzo en un minuto. –dicho esto, veo como sale de mi habitación. Corro al closet y saco un short junto con una sudadera. Me cambio de ropa y vuelvo a mi lugar en la cama.
Minutos más tarde se abre la puerta y veo entrar a Darry con dos tazas, las deja sobre el buro. Me mira y sonríe. –Puedo acostumbrarme a esto. –le digo, sonriendo.
-¿Al que? –pregunta.
-Al que me traigas café a la cama. –respondo tomando la taza. Inspiro el aroma del café.
-Te voy extrañar mucho.
-Ya lo hemos hablado, Darry. Sabes de sobra que puedes venir si a si lo deseas. –es cierto he tratado de convencerlo pero no quiere dar su brazo a torcer, según él no quiere ser inoportuno con mis padres, según yo tiene un ego lo bastante alto como para aceptar el boleto que mamá a decidido regalarle para que me acompañe.
-Sabes muy bien, que no puedo marcharme y dejar solo el café. –eso también es cierto, el padre de Darry está fuera de Madrid, se encuentra en Barcelona, porque el abuelo paterno de mi novio está enfermo.
-Ni hablar.
-Sabes... -dice mirándome con los ojos brilloso, con los mismos ojos que hace siempre cuando va a cometer alguna travesura.
-Ese brillo en tus ojos me asustan un poco. –confieso, algo nerviosa.
-Me conoces muy bien. Pero esta vez no es malo, al contrario.
-¿Al contrario? –pregunto.
-Así, es. –me limito a guardar silencio y escucharlo que me tiene que decir. –tan pronto te das por vencida. No quieres saber lo que estoy tramando. –me reta.
-Lo que sueles tramar, nunca es fácil de adivinar.
-Bien. Entonces no quieres saber de lo que he estado hablando con Susan. –vuelve a retarme.
-No, gracias. –lo reto yo.
-De acuerdo, ya que no lo intentaras, tendré que decírtelo. Sabes que le quitas lo emocionante a las sorpresas, Bree. –le pongo los ojos en blanco y me llevo a la boca la taza para darle un buen sorbo a mi café. –le he pedido a Susan que te de el día el sábado.
-Que hiciste que. –le digo.
-Ahora si quieres hablar, no.
-Darry, como porque lo hiciste, sabes muy bien que estoy a pocos días de marcharme, no puedo estar dejándola sola o a Robert con todo el trabajo.
-Es por una buena causa.
-Y que causa es, si se puede saber.
-Ya, bueno. Nos iremos a la casa de mis abuelos el fin de semana, no está muy lejos. Además te había dicho que te llevaría para que te contaran el diminutivo de mi nombre ¿lo recuerdas?
¿Con sus abuelos? Esa sí que no me lo esperaba, pero y si no soy lo suficiente buena para su nieto, y si creen que soy... hay en que buen lio me ha metido este chico.
Ni hablar conoceré a los abuelos de mi novio el fin de semana que viene. Y eso irá bien, yo creo.
Tendrá que serlo.
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Un amor en Madrid
RomanceBrenda es una chica que quiere aventurarse a vivir sus sueños y el primero de ellos es Madrid... Darry es un chico que no tiene planeado nada en la vida, no le interesa tener novia porque eso solo son cursilerías. pero cuando conoce a Brenda todo...