🌈dos🌈

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-¿Puedes creer que por primera vez en mi vida me invitaron a salir?-Michael entró con una sonrisa gigante cargando bolsas repletas de comida.

Era viernes de películas, una tradición casi sagrada en su amistad.

-Algo escuché-comentó el rubio con incomodidad, mientras conectaba el pc a la televisión.

-Eso es malditamente genial, digo, que desde se filtraron esas fotos creí que mi racha de chicos había acabado ¡pero no! Y, Dios, me siento muy emocionado ¡Yo, Michael Clifford, tendré una cita!-sentía su emoción por las nubes, no salía con un chico desde hacía meses, desde que Peter lo terminó por el tema de las fotos.

-¿Estás seguro de salir con él, Mikey? ¿Qué tal si no es el indicado?-Luke tomó asiento frente al chico de cabellos de colores.

-No estoy buscando al indicado, solo que ¡demonios! Pensé que nadie se volvería a fijar en mí y que de la nada un chico guapísimo me invite a salir, ufff, estoy muy feliz, Lukey-sonrió y abrió una bolsa de patatas-. No te preocupes, ningún chico me quitará las noches contigo-recostó su cabeza en el hombro de su amigo y se acomodó para ver la película.

Luego de tres películas, Luke se había dormido sobre el pecho de Michael, quien lo miraba dormir con una gran sonrisa. Con cuidado de no despertar al rubio, apagó la tele y dejó la comida en el suelo.

-Nadie me quitaría las noches contigo, Luke-susurró antes de dormirse.

Cuando Luke abrió los ojos lo primero que vio fue a alguien muy delgado y con pelo morado moviéndose por todo su cuarto.

-¿Qué haces? Es muy temprano-se quejó rodando por toda su cama.

-Ya son las diez, en cualquier momento entra tu mamá-lo lanzó una sonrisita que hizo que todo el cuerpo de Luke se estremeciera.

-Iré a buscar desayuno ¿deseas algo en especial?-el teñido negó y siguió ordenando el desastre que habían dejado la noche anterior.

»Jesús, que mal sonó eso«, pensó Michael con las mejillas teñidas de carmesí.

-Mi mamá se fue donde mi tía y tal vez no vuelva hasta mañana-Luke llegó agitado, debido a que subió las escaleras corriendo.

-Eso significa...-Michael lo miró con los ojos llenos de entusiasmo y levantó las cejas.

-¡Carreras de trineos!-gritaron ambos con sonrisas surcando por todo su rostro.

-¡Vuelvo en cinco minutos!-gritó Michael antes de pasarse a su cuarto y cambiarse ropa en menos de lo que canta un gallo.

Luke corrió al sótano para sacar su trineo, el cual era una tapa de basurero con palabras que Michael escribió cuando tenían once. Sirvió dos vasos con jugo de naranja, el favorito de Mike, junto a unas galletas con chispas de chocolate, también las favoritas de Mike.

Minutos más tarde sonó el timbre, era Michael. Entró a la casa con una sonrisa y dejó su trineo, el mismo que tenía Luke, en el suelo. Quitó su gorrito de lana y ambos se sentaron a desayunar.

-¡Mi muerte quedará en tu conciencia, Lucas!-gritó el teñido antes de lanzarse escaleras abajo sobre su trineo.

Habían pasado el resto de la mañana arrojándose de la escalera, así de imbéciles eran, hacían carreritas y muchas veces Luke se peleaba con Michael por no ganar. Luego almorzaron dos pizzas cada uno, las pizzas eran extra grandes, obviamente.

-Ya no doy más-gimió Luke desabotonando el botón de sus pantalones extra ajustados.

Lo bueno de esos pantalones es que su trasero se ajustaba de tal forma, que Michael al verlo se sentía en el cielo y ni hablar de cómo se sentía su entrepierna.

El resto de la tarde la pasaron viendo The Big Bang Theory, en donde Luke molestaba de sobremanera al teñido por su enamoramiento con Sheldon.

-Me acaban de avisar que hay una fiesta en la casa de uno de los jugadores de fútbol-comentó el rubio rogando porque Michael se animara-¿Vamos?

-¿Fiesta?-murmuró torciendo un poco la boca-No me gustan tanto las fiestas.

-Vamos, es para celebrar que ganaron, tu amigo Calum ganó, nada lo haría más feliz que ver a su mejor amigo celebrando con él-le chantajeo.

-Eres un manipulador de mierda-dio un suspiro derrotado y asintió-. Vamos a la jodida fiesta pero no sé cómo mierda volveré a casa.

-Conmigo, tarado-dijo con obviedad.

-Luke, sabemos que llegando a la fiesta te irás con tus amigos anti gays-Luke negó con la cabeza y Michael rió-. Siempre pasa eso, además no puedes arruinar tu reputación. Ya sabes, soy el marica-se apuntó con el dedo y el rubio rodó los ojos.

-Mike, es el siglo veintiuno, la orientación sexual ya no debería ser tema de conversación-le sonrió y tomó los dedos de su amigo entre los suyos-, puedes ser gay o un espía del gobierno secreto y eso no quitará el hecho de que eres una de las personas más importantes para mí-la sonrisa del pelimorado se ensanchó a tal punto que sintió que su mandíbula se desencajaría, se tiró a los brazos del rubio y escondió su cara en el cuello de este.

-También eres lo más importante en mi vida, Luke-sonrió sorbiendo sus mocos.

-Qué tal si al llegar a la fiesta, luego de estar un rato juntos, cada uno va con sus amigos y cuando alguno de los dos nos queramos ir simplemente nos llamamos al celular y ya-propuso el ojiazul, Michael asintió.

-Me parece bien-le sonrió y siguieron viendo la tele.

Habían pasado dos horas en las que Mike no se despegaba de su teléfono y eso comenzaba a enojar al rubio.

-¿Con quién hablas tanto?-preguntó intentando sonar alegre.

De alegre no tenía nada.

-Con Joshua-los ojitos de Michael se llenaron de ilusión y mordió su labio para evitar sonreír como idiota.

-¿Y de qué hablan?-inquirió controlando sus impulsos de romperle el teléfono en la cabeza.

-De cosas-Luke tuvo ganas de sacarle esa sonrisa de la cara-, es el tipo más tierno del mundo-confesó mostrándole algunas de sus conversaciones.

"Amo tu sonrisa, Mikey"

"Tu pelo se ve hermoso de todos los colores"

"Nunca creí que conocería a alguien tan lindo como tú"

Mikey. El infeliz creía que lo conocía lo suficiente como para decirle Mikey.

»No es su Mikey, es mi Mikey. Siempre ha sido mi Mikey«, pensó el rubio controlando los celos que se comenzaban a forjar en su interior.

-No me gusta para ti, Michael.

-Pero a mi si me gusta, y eso es lo importante-sonrió.

Y Luke deseó ser el causante de esas sonrisas.

sleeplessness »muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora