sleeplessness »muke«

🌌trece🌌

Luke venía al lado de Ben, traía la cara manchada de chocolates y su mano estaba sumergida en una de las tantas bolsas de ositos de goma.

No se sentía mejor, en lo absoluto, solo quería estar en su habitación e intentar dormir.

-...Incluso podríamos decirle a mamá que nos haga unos sándwiches y esa ensalada que te gusta tanto ¿qué te parece?-Ben hablaba con efusividad y movía sus manos de allá para acá, el rubio ni siquiera había escuchado a su hermano, quién parecía muy emocionado por sus planes.

-¿Qué?

-De que vamos a un día de campo los tres, podemos invitar a los Clifford y a tus amigos ¿Qué dices?

-No-soltó con rotundidad-, no quiero ir con los Clifford y tampoco quiero invitar a mis amigos. Ni siquiera quiero ir a un día de campo.

-Pero si Michael es muy agradable, deberías ser más sociable-se encogió de hombros y siguió conduciendo.

Se hizo un silencio incómodo, uno de esos que quieres romper con cualquier cosa y Ben no era alguien que soportara mucho los silencios.

-¿Desde cuándo eres gay?

Los ojos del rubio se abrieron de golpe y comenzó a toser, unos de los ositos de goma se había atorado en su garganta-¿Qué? No soy gay.

-Me acabas de decir que te gusta un chico y eso está bien, Lukey, no soy quien para criticar gustos, a los 17 me creía punk-sonrió para tranquilizar a su hermano y frenó en un semáforo.

-No sé de qu...

-¿Ese no es Michael?-señaló a un jóven de cabello tinturado, frotaba sus brazos desnudos y caminaba con rapidez.

-No, no lo creo-murmuró sin poder alejar la vista del chico, era Michael, eso era obvio. Y seguía provocando todo lo que provoca en Luke, eso también era obvio.

-¡Hey, Michael!-su hermano estacionó a un lado del teñido, quién tenía los labios entumecidos por el frío-¿Vas hacia tú casa? Vamos, te llevo.

Mike no dudó en subir, sin siquiera notar quién iba de acompañante, estaba congelado, solo a él se le ocurría salir de su propia casa antes de echar a sus amigos ¡y sin abrigo!

Luke se encogió en su asiento y hasta dejó la bolsa de gomitas a un lado, Ben le pegó un manotazo y artículo un "saluda, me avergüenza". El rubio apretó los ojos con fuerza y volteó la cabeza para saludar rápida mente a un Michael pasmado.

-¿Cómo ha estado tu padre, Michael?

-Bien-contestó con incomodidad, Ben intentaba conversarle pero él no respondía lo que no fuera necesario.

¿Cómo fue tan estúpido para subirse al auto del hermano de ese chico?

Es que era tonto.

-Llevaré las cosas adentro por mientras. Buenas noches, Michael-Ben le sonrió y entró a la casa. No era imbécil como para no darse cuenta de que había más que tensión. O sea, poco más y Luke moja sus pantalones al ver a Michael.

-Yo, hm, sí-el teñido salió del auto y con pasos presurosos caminó hasta su casa pero unos suaves dedos en su muñeca lo detuvieron.

-Mikey-Luke sentía como un nudo se apropiaba de su garganta, tenía los ojos llorosos y mordía su labio para reprimir los sollozos.

-Sueltame, Luke-intentó mantenerse fuerte y no echarse a llorar como un bebé, pero era tan difícil, quería dejar de sentir cosas por Luke, quería odiarlo pero no podía.

-Por favor, habla conmigo, Mikey-murmuró con la voz rota-. Te quiero demasiado, no puedo perderte, no a ti.

-Debiste haberlo pensado antes de hacer eso, Luke-se mantuvo firme aunque por dentro quisiera echarse a llorar sobre los brazos de Luke y decirle que no le importaba, que aún así lo seguía queriendo.

-Estas semanas sin ti han sido horribles-sollozó, sin importarle lo humillado que se veía o que ya no quedaban rastros de su dignidad.

Él quería a Michael, todo estaría bien si Michael estaba a su lado. Siempre había sido así.

-Ya suéltame, joder-dijo entre cabreado y a punto de llorar.

-Lo siento, lo siento tanto, no sé porque lo hice. Sé que soy un pendejo, siempre lo soy pero también sé que te quiero y que eres lo más importante para ti.

-No, Luke, si me quisiera nunca habrías hecho eso y tampoco te importo, solo te importa poder dormir y eso solo lo haces cuando yo estoy contigo-y sin más, el teñido se dió la vuelta y se escabulló hasta su casa, dejando a un rubio lloroso y con un gran dolor en el pecho.

Desde entonces, Luke quiere asegurarle lo importante que es Michael para él.