👬cuatro👬

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El lunes Michael despertó con algo pinchándole el trasero, le tomó cinco segundos darse cuenta que era la erección matutina de Luke. Abrió los ojos como platos, esta situación solo podría ser más embarazosa si Luke despertara, por eso, Michael intentó alejarse pero solo logró que el rubio lo apretara más a su espalda y la erección se clavará aún más en su trasero.

-Mike-gimió Luke en el oído del teñido.

»Está soñando conmigo. Está teniendo un jodido sueño húmedo conmigo«, pensó abriendo más los ojos.

Luke comenzó a frotarse con más insistencia en el redondo trasero de Michael.

-Ya casi llego, Mikey-murmuró entre jadeos y gemidos.

El ojiverde, sin aguantarlo un segundo más, se levantó de la cama, tomó sus cosas y se fue a su casa a arreglar el gran problema que el pene de Luke había creado. El rubio abrió un ojo y soltó una risita al ver que su vecino huía despavorido.

»No aguantas nada, Mikey bebé. Definitivamente quedará decepcionado después de ver el pene de Joshua«, pensó, mientras una sonrisa burlesca crecía entre sus labios y metía una mano en su bóxer para arreglar lo que el trasero de Mike había provocado.

En el instituto, el teñido se pasó todo el día pegado a ese tal Joshua, provocando que los celos de Luke estuvieran al límite, sí, al límite de partirle la cara al tipo ese.

Joshua. Hasta su nombre era estúpido ¿Qué se creía? ¿Una copia barata de Yoshi?

Luke ignoró a sus amigos todo el día, estaba tan enojado que no dudaba en sacarle los dientes al primero que hablara mal de Michael, por eso en la hora del almuerzo tomó asiento en la mesa de los amigos del mayor, quien los había dejado por Joshua.

-¿Por qué estás aquí?-le preguntó Calum, antes de meterse una patata en la boca.

(N/A: metete esta, klum7u7)

-Porque tengo ganas de estar aquí-respondió con la vista en su plato. Le ponía triste ver a Michael con otro chico.

-¿Hace cuánto te gusta Michael?-Luke levantó la vista a Ainhoa, y sintió como su cara cambiaba de blanco a rojo.

-Espera ¿eres gay?-el rizado se ahogó con su propia saliva y comenzó a toser como loco.

-Eres un tonto, Ash ¿por qué creías que Luke estaría así?-la chica sobó la espalda de su novio y acomodó sus rizos.

-No sé si soy gay-murmuró bajito para que ningún chismoso lo escuchara-, pero Mike me gusta, me gusta mucho.

-Creo que llegaste tarde, amigo-el moreno apuntó hacia la mesa en la que Joshua le daba de comer a Michael.

-No le digas eso, Calum-Ashton lo miró mal-, pero creo que no podrías intentar algo con él, porque, además de que tus amigos le harían la vida imposible, en serio le gusta ese chico.

-Lo sé, yo solo... creí-negó con la cabeza y suspiró, se sentía frustrado y deprimido-, pensé que Michael seguía sintiendo lo mismo por mí.

-¿Qué?

-¿Qué?

-¿Qué?

Luke miró a sus acompañantes de mesa, los cuales se habían quedado con la boca abierta e incrédulos.

-Pues eso-se encogió de hombros-, una vez, mientras dormíamos, Michael comenzó a hablar entre sueños diciendo que yo le gustaba y que me encontraba muy guapo.

-¿Cómo que mientras dormían?-Ainhoa no se lo creía, ninguno se lo creía, en realidad. Era para no creérselo.

-Bueno, yo... dormimos juntos-comentó, avergonzado y colorado-, más o menos desde los seis.

-Estás jodiendo ¿cierto?

-Pensé que alguna vez él les había contado.

-Por favor, Michael no nos cuenta nada, es más cerrado que el culo de Ashton-Calum esquivó una manzana del rizado y soltó una risita.

-¿Duermen juntos desde los seis?-el rubio asintió, sentía que la había cagado monumentalmente.

Él y su gran bocota.

-No te preocupes, solo que Michael está ilusionado porque hace mucho un chico no lo hacía sentir bonito. Luego recapacitará-Ainhoa acarició su brazo y Luke le regaló una sonrisa.

-¡Hola, Lucas!-Michael entró con su pijama entero de ositos y se sentó en la cama del rubio.

Luke, sin tomarlo en cuenta, siguió pendiente del videojuego. No quería hablar con Mike, porque si lo hacía, lo más probable es que se lo terminara comiendo a besos.

-¿Ese es Mortal Kombat? ¿Puedo jugar?-tomó asiento al lado de su amigo y este se corrió al otro lado de la cama-¿Dónde tienes el otro mando?-preguntó buscándolo por la habitación.

-Ya no tengo ganas de jugar-bufó y apagó la consola.

-¿Qué demonios te pasa, Luke?-el teñido lo miraba con el ceño fruncido.

-¿Conmigo? ¿Qué demonios pasa contigo, Michael?

-¿Ahora qué he hecho? Acabo de llegar hace menos de diez minutos.

-Estuviste todo el día con Joshua-dijo, ya sin poder controlar sus celos.

-¿Estás enojado porque estuve con el chico con el que salgo? Por favor, Luke, no entiendo porque te enojas.

-¡Porque no me gusta Joshua!-explotó-¡Porque debe ser igual que el infeliz de tu ex novio!

-¡¿Y eso que mierda te importa a ti?! ¡Puedo salir con quien quiera!

-¡Pero no con Joshua!

-¡¿Y con quién puedo salir, según tú?! ¡¿Contigo?!

-¡Sí!-gritó encolerizado, la respiración de Michael comenzó a fallar y sintió que se desmayaría en cualquier momento.

¿Eso era algún tipo de declaración o qué?

Luke gimió de frustración, salió de su cuarto dando un portazo y se encaminó a la cocina para tomar un vaso de agua y tranquilizarse, dejando a un Mike perplejo y con un manojo de sensaciones que creía muertas.

-¿Qué eran esos gritos, mi amor?-Liz lo miraba desde el sofá con un ceño fruncido.

-Discutí con el vecino, Michael, tenía la música muy fuerte y yo estoy estudiando geografía-se excusó y desapareció por la cocina.

-No sabía que había un género musical llamado Joshua-comentó, aguantando una risa.

-¿Q...Qué?-al escuchar lo que su madre decía, Luke se puso pálido y sintió que se le congelaban hasta las neuronas.

-Que no tomes mucha agua-sonrió, viendo como el color volvía al rostro de su hijo menor-. Anda, ve a estudiar geografía antes de que se enoje contigo-el chico subió con una rapidez impresionante, y Liz se quedó riendo-. Estos jóvenes creen que los chismes no llegan al salón de profesores.

-Los amigos se ponen feliz cuando el otro es feliz-murmuró Mike, apenas vio entrar a Luke.

-Mikey, Joshua no es para ti, hoy ni siquiera estuviste con tus amigos por andar con él-Luke se arropó hasta el cuello y le dio la espalda al teñido.

-¿Qué pasa, Luke?-comentó con un puchero-Se supone que somos amigos.

-No, Michael, no somos amigos y nunca lo hemos sido-comentó y Michael sintió como su corazón dejaba de latir-, los amigos no duermen en la misma cama y tus amigos no te quieren como lo hago yo-susurró sin siquiera ser capaz de darle la cara a Michael-. Ambos sabemos que, desde que te colaste a mi habitación por primera vez, somos más que amigos.

Y desde entonces, Michael volvió a caer en las redes del rubio.

sleeplessness »muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora