📚seis📚

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-Hola, señora Hemmings-Michael le dio una gran sonrisa y extendió el bol humeante hacia ella-, Louisa se enteró de lo de Luke y me obligó a venir a dejarle un poco de sopa.

-Eso es muy lindo, Michael-Liz le sonrió y lo dejó pasar- ¿podrías ir tú a darle la sopa? Tengo que ir a la farmacia por unos remedios-el teñido asintió y comenzó a subir las escaleras.

Abrió la puerta con cuidado y se dio cuenta que Luke estaba dormido, dejó la sopa en una mesita y tomó asiento a su lado.-Eso te pasó por hacértelas de enfermero, Lukey bebé-acarició su frente y echó hacia atrás el flequillo que ya casi le llegaba a los ojos.

-Valió la pena, Mikey-su voz salía ronca y sus ojos apenas estaban abiertos.

-¿Cómo te sientes?-se había acostado a su lado y lo rodeaba con sus brazos. Tal y como Luke lo había hecho con él.

-Mucho mejor ahora que llegaste, gatito-Mike sintió sus mejillas enrojecer y agradeció que el rubio no pudiera verlo.

Se quedaron unos minutos en silencio, Michael acariciando el cabello de Luke y Luke disfrutando las caricias de Michael.

-Comenzaré a enfermarme más seguido si me contratan un enfermero como tú-Mike sintió como sus mejillas se enrojecían, otra vez.

-No creo que vuela a cuidarte, el salario es muy malo.

-Puedo pagarte con otra cosa-una carcajada brotó de los labios del teñido.

Luke levantó la mirada hacia Michael, quien lo miró con una sonrisa. El rubio se irguió para quedar a la misma altura del teñido y con sus narices rozando.

-¿Tienes claro que me encantas, verdad, gatito?-su voz salía ronca y una sonrisa se extendió por sus labios.

-¿Q-Qué?-Michael tartamudeó sin alejarse un poco, quería sentir otra vez el contacto de sus labios colisionando. Tragó saliva con dificultad y bajó su mirada hasta la boca del rubio.

Dios, que apetecibles se veían sus labios.

-¿Cómo eres tan tonto, gatito?-su voz salía saliendo en un susurro y con un erotismo que sorprendió a Mike-¿Cómo no te das cuenta que me vuelves loco?

-L-Luke, no... yo, no-se aclaró la garganta-. No me gustas-dijo intentando sonar lo más convincente posible.

-¿Estás seguro de eso, gatito?-sus labios se rozaban y Michael se sentía en el cielo cada vez que Luke lo llamaba así.

-S-sí, Luke, somos amigos y... y...-mordió su labio y elevó sus ojos a los ojos del rubio.

-¿Y qué, Mikey?-se acercó un poco más e inspiró el perfume del teñido. Dios, podría olerlo todo el día-¿Sabes cuántas pajas me he hecho pensando en ti?-Michael abrió los ojos como platos y se alejó de la cama.

Por su bien, por su autocontrol y por su pene.

-Louisa te hizo sopa de lentejas ¿quieres?-destapó la fuente en la que venía el contenido y la probó para ver si no estaba muy caliente.

-¿Tú te has hecho pajas pensando en mí, chiquito?

Michael sintió como la temperatura subía ¿era solo él?

¿Cómo es que solo con unas palabras Luke lograba ponerlo así de duro?

-¿Tomaste tu medicamento?-comenzó a revolver la habitación del rubio hasta que siente unas manos en su cintura y luego es arrojado con fuerza a la cama.

-No te hagas el loco, Mikey-Michael no sabía cómo había pasado pero ahora Luke estaba a horcajadas del teñido, el cual comenzó a pasar su nariz por todo el cuello de este, disfrutando como el mayor temblaba bajo sus caricias-. Has sido un gatito muy malo por ignorarme ¿no crees, Mikey boo?

Joder, como le ponía.

-Luke, estás en-enfermo y lo mejor será si...

-Cállate, Michael.

Y sin más, volvió a estampar sus labios contra los del teñido.

Michael sintió que se derretía, su cuerpo se hizo jalea y su autocontrol ya estaba a muchas cuadras de distancia. Subió sus manos hasta el cuello del rubio y enredó sus dedos en el pelo de este, tirándolo así más cerca de él, sus labios se movían con ferocidad y una sincronía impresionante, sus lenguas no tardaron en entrelazarse y sus cuerpos no dudaron en recorrerse y explorarse.

Michael y Luke simplemente habían nacido para estar juntos.

-Pensé que estabas enfermo, hijo-Liz los miraba desde la puerta con el ceño fruncido y las manos en su cadera.

-Mierda-Michael abrió los ojos como platos y se alejó lo más posible del rubio cayéndose de la cama y terminando en el suelo-¡Señora Hemmings! Yo... no es lo que cree-el teñido había palidecido y no podía ni siquiera mirar a su profesora de matemáticas a la cara-. No intentaba violarme a su hijo, yo...

-Mike.

-... Lo siento mucho, se lo juro...

-Mikey.

-No sé cómo pasó, yo...

-¡Gatito!-se dio vuelta hacia Luke, quien lo miraba con una sonrisa burlona.

¡¿Cómo lo miraba así después de que su madre los descubre casi follando?!

-Es mejor que te vayas, Mike-Luke le dio una pequeña sonrisa y Michael, sin dudarlo, se fue lo más rápido del lugar.

-¿Qué tan tonta me crees, Luke Robert Hemmings?

-Mami...-su voz salió cantarina y del rostro de Luke creció una sonrisa gigante, esa que ocupaba para manipular a Liz.

-No quiero que tengan sexo a menos que sea oficial.

-Tranquila, no lo dejaré embarazado-soltó una risita.

-Me preocupa que Michael te deje embarazado.

-Mamá, yo sería tops.

-Luke, a leguas se te nota lo pasiva, bebé.

Y desde entonces, Luke afirma que es tops.

sleeplessness »muke«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora