Día mil diesiciete, de toda una vida.

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¿Y cuando de supone que aprenderías a escuchar?

Mamá estaba harta, mamá se estaba rindiendo, mamá quería huir... mamá ya no era... mamá.

Estábamos perdiendo nuestra esencia.

Yo también quería correr. Lejos, muy lejos. No quería ver como mi familia se deshacía pedazo, por pedazo. Pero sí, quería que todo terminara.

Quería mi vida de vuelta... aunque a veces creo que jamás tuve una, jamás fui poseedora de una vida de orgullo o felicidad; estaba siempre triste, siempre llorando la pérdida de mi infancia, siempre lamentandome.

Que patético.

Que patético llorar por la partida de alguien, que patético llorar por la traición de él, que patético llorar por una ausencia de amor, que patético llorar por un anhelo.

Hear me. I'm dying. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora