Nos la pasamos midiendo a las modelos y anotando en una libreta para mandar a pedir las telas. La confección era una tarea importantísima tal como escoger las telas adecuadas y las mejores; todas de fibras nacionales. Hubiera querido llamar amigos de presa internacional aunque fuera para que vayan a vernos porque no creo que a la primera quieran hacernos una nota, tenia dos buenos amigos que trabajaban en revistas de giro importante y estaban trabajando aquí así que bien podría pedirles un favor pero luego pienso que no debo hacerlo porque este no es mi objetivo; quiero que me tengan confianza pero ese paso lo daré después.
- Que bueno que trabajen tan duro.
Me había dado cuenta que Iker estaba mirándonos en la puerta pero no dejé de prestar atención a lo que estaba haciendo puesto que quería que todo saliera perfecto.
Mis compañeros se fueron a su almuerzo dejándonos solos con dos de las chicas que quedaban y me había ofrecido de terminar.
- Acordamos ir a almorzar. –dijo sin darle importancia a la modelo que estaba midiendo que se puso algo nerviosa con su presencia tan cercana.
- Me gusta terminar con mi trabajo primero.
- Lo imaginaba, por eso mande a pedir algo que no debe tardar en llegar.
Reconozco que ha sido un buen detalle ya que mi propósito era ver que reacción tendría al decirle que prefería mi trabajo a nuestra salida pero seguro no se molestó porque también lo iba a beneficiar.
Al rato llego un repartidor e Iker le pagó dejando las bolsas sobre la mesa grande que estaba en medio de la oficina.
- Listo. Ahora tú.
Se bajó del podio y subió la última. Traté se apresurarme, una vez que terminamos las dos señoritas se fueron al mismo tiempo que me miraban con recelo por quedarme a solas con el jefe.
- Huele bien –guardé el centímetro y las pocas cosas que estaban fuera de su lugar.
- Eso espero. Se supone que es de un buen restaurante.
- ¿Sabes? –dije a la vez que me acercaba a él –la buena comida no siempre tiene que venir de lugares caros
- Pero hoy tenemos estos.
Eran comida china y si estaba buena. El jugo delicioso fue bienvenido por mi garganta sedienta.
- Lamento tener que almorzar aquí. –dije tratando de sonar lo más honesta posible.
- Te entiendo. Eres responsable con tu trabajo y eso me alegra porque nos ayudara a todos para este desfile.
- ¿Y la fiesta supongo que será espectacular?
- Espero estar a la altura de mi padre.
- ¿Vendrá tu familia?
- Todos. Incluso mis abuelos.
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Tormenta del Pasado - #FBA2017
RomantikCatalina, una mujer de 25 años llega a Perú para saldar una deuda pendiente con la mujer que destruyó la vida de sus padres. Con esa idea en la cabeza se adentra en la vida de una adinerada, poderosa y corrupta familia sin saber las consecuencias qu...