Catalina, una mujer de 25 años llega a Perú para saldar una deuda pendiente con la mujer que destruyó la vida de sus padres. Con esa idea en la cabeza se adentra en la vida de una adinerada, poderosa y corrupta familia sin saber las consecuencias qu...
Ya tenía todo listo, mi vestido lo puse en un estuche especial ya que me lo pondría cuando el desfile terminara.
- ¿Segura que estarás bien? –Judith lamentaba no poder estar allí conmigo.
- Claro que si, además podrás ver toda la grabación.
Le di un beso en la frente y bajé para entrar a la camioneta que se encargaba de recogernos. Ya estaba Rita adentro algo nerviosa. Después de recoger a André el loquerío previo destalló en el backstage, siempre hubo cosas de último momento de las que encargarnos.
Íbamos de un lado a otro alistando a las modelos mientras que la música de afuera comenzó a levantar volumen anunciando que los invitados ya iban llegando. El presentador cumplió con las presentaciones de rigor sobre la empresa.
Cuando hizo el llamado para que el desfile empiece nos escabullimos por uno de los lados y me sorprendí de la cantidad de asistentes, era cierto que con las luces se veía mucho mejor; tengo que reconocer que Iker sabe hacer bien su trabajo.
- Vamos, faltan las demás –André nos apresuró y regresamos para alistar a las otras modelos.
Los maquilladores, peinadores y demás eran muy profesionales, gracias a ellos la tarea se hizo menos complicada aun entre empujes y uno que otro grito logramos adaptarnos llevando a cabo cada uno su tarea.
Fueron dos horas de adrenalina pura, siempre me ponía así en cada desfile y la sangre se me llenaba de alegría viendo mi trabajo aplaudido por los asistentes.
Cuando se terminó nos llamaron a los tres para que el público nos reconociera; aunque estábamos vestidos de manera sencilla desde que llegamos de igual forma recibimos muchas ovaciones de los asistentes, los flashes de las cámaras me hicieron imposible ver donde estaba cada quien pero en este momento solo decidí disfrutar. Luego de eso regresamos tras vestidores para alistarnos puesto que ahora venía el momento de la celebración.
Las modelos seguirían luciendo las últimas ropas que desfilaron. Nos apresuramos en vestirnos. André se enfundó en un terno negro satinado muy elegante con unos zapatos de charol que eran la combinación perfecta a su atuendo fino. Rita usaba un vestido rojo de corte recto que le había lucir delgada a diferencia de las ropas que acostumbraba ponerse para el trabajo. Dos de los maquilladores nos terminaron de arreglar para lucir regios los tres.
- Wow, mi reina, te vez fenomenal.
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André me hizo dar una vuelta para lucir mi vestido; me sentía muy a gusto con mi cuerpo y en este vestido resaltaba más, por eso lo había elegido.
- Es hora de fingir que los ricos nos caen bien.
Fruncí el ceño ante la frase de Rita pero lo deje estar. Una vez que salimos los tres pude ver como Álvaro se me acercaba con dos copas en las manos.