Catalina, una mujer de 25 años llega a Perú para saldar una deuda pendiente con la mujer que destruyó la vida de sus padres. Con esa idea en la cabeza se adentra en la vida de una adinerada, poderosa y corrupta familia sin saber las consecuencias qu...
No me dejé debilitar por las lágrimas de Garrett ni la mirada triste de Iker, no si lo que quería era terminar con todo esto de una maldita vez.
- Hazte cargo de que la familia de Judith esté al tanto de lo ocurrido pero sin darles los detalles.
Me dirigí a Garrett que aún se notaba afectado parecía no hacer caso a lo que le hablaba; las llamas iban siendo apagadas por los bomberos.
- Catalina –Iker se me acercó para abrazarme pero rechacé sus brazos – ¿Cómo te sientes?
- Eso no importa. Eres libre de hacer lo que quieras y te recomiendo que te vayas.
Me miró como si no entendiera mis palabras.
- Debemos irnos –el hombre de Marcos ya había recibido instrucciones de su jefe.
- Garrett –lo llamé y sus ojos rojos me miraron –encárgate de mi madre por favor. Yo tengo que hablar con Marcos.
- Iré contigo. –Iker se apresuró a seguirme pero lo detuve con una mirada fría.
- No es necesario; además no creo que sea conveniente.
- ¿Por qué? ¿Qué te pasa? Estamos juntos en esto.
- Estábamos –afirmé –eso era antes de que tu familia matara a mi mejor amiga.
- Catalina, sabes que yo no estoy con ellos.
- Tarde o temprano lo estarás.
Nos miramos y pude ver la pena que le suponía mis palabras pero no iba a detenerme a procesar eso. Le di la espalda y me subí al auto que se puso en marcha alejándome de donde había dejado mi corazón.
En Huaraz ya me esperaba Marcos con la expresión dura. Al verme se relajó un poco.
- Paloma, lo siento mucho –me abrazó y yo correspondí con desgano –tu madre está siendo atendida en una clínica.
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- Gracias.
Luego de eso no dije nada más al respecto porque no me apetecía compartirle mis inquietudes personales, lo que el hombre entendió, subimos a su transporte para ir a su casa. Una vez allí me puso en disposición a su personal para ponernos en marcha contra los Villarreal.
- ¿Dónde están los primos?
- Solo somos nosotros y quizá Garrett.
Me miró asombrado pero no pidió más explicaciones, tampoco iba a dárselas; nadie tenía que pedirme explicaciones de nada desde ahora en adelante.
- Te compré todo nuevo en lo que dura tu estadía en mi casa.
- No era necesario pero gracias. Lo más inmediato que necesito es un celular nuevo.
