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Maldita sea, no tenía manera de comunicarme con Álvaro. Abrí mi laptop en busca de algo, lo que sea. Luego de enviarle un mensaje a Garrett busqué a la pequeña que me presentaron el viernes a través de facebook. Le mandé un mensaje que al par de minutos respondió demostrando un entusiasmo propio de su edad, los chicos siempre estaban conectados a estas cosas y sin mucho esfuerzo me dio el celular de su hermano.

Marqué pero no respondía. Al segundo intento ya me hizo caso.

- ¿Hola? –su voz grave parecía enojada.

- Hola. Soy Catalina.

- ¿Cómo estás? –ya había cambiado su tono al de siempre – ¿recibiste mis flores?

- Sí, gracias.

- Pensé que te gustarían y quería disculparme por lo de la fiesta. En serio fue un malentendido.

- Dejemos eso allí –tenía que lograr que me invite a salir –además nosotros somos amigos.

- Claro.

- Lamento haberme enojado.

- Te perdiste el espectáculo cuando te fuiste.

- ¿Qué paso?

- Iker se embriago más y se puso algo grosero con algunos invitados.

- Entonces me da gusto que me fuera antes de todo eso.

Yo sabía que era la causante de ese asunto al haberlo rechazado de la forma en que lo hice, se había perdido en alcohol para no estar enojado pero no le funcionó.

- ¿Tienes planes para hoy? –y aquí estaba lo que quería.

- No.

- ¿Almorzamos juntos?

- Me encantaría.

Me fui a dar un baño para arreglarme y elegí un vestido gris acampanado con unos zapatos cuñas. Mi cabello suelto como siempre y ligera de maquillaje.

- Ni el domingo la pasarás en casa.

Judith había empezado a cocinar; me dio algo de pena no poder pasar más tiempo con ella después de haberla hecho venir conmigo pero tenía que descubrir lo que estaba pasando con los Villarreal.

- Te prometo que saldremos en cuanto pueda.

- Espero que te diviertas con Álvaro.

- No –la mire a los ojos para que se diera cuenta –nada de esto es diversión para mí.

Justo tocaron la puerta de abajo y por el intercomunicador le dije que ya bajaba.

- Hola. –me acerqué para saludarlo cuando lo tuve en mi campo de visión.

Fuimos a un restaurante por el centro. Hablamos mucho sobre la fiesta y me contó ciertos detalles sobre su familia. Resulta que Roberto es viudo desde hace varios años y es quien maneja más la empresa que Jhonatan que se limita al área de creación. Su abuelo, Renato últimamente se la pasa en su hacienda donde se siente a gusto puesto que sus dos hijos son capaces de encargarse de todo.

- Se la pasa allí con tu abuela.

- No, ella es muy citadina. Va de vez en cuando pero no dejaría la ciudad por nada.

- ¿Y ella se encarga de algo en el negocio?

- Le gusta ver el tema de los periodistas. Sabe manejar bien los medios y su segunda ocupación es convencernos a mi hermana y a mí de trabajar allí.

Tormenta del Pasado - #FBA2017Donde viven las historias. Descúbrelo ahora