La mato, la mato porque la mato y punto. Se metió con las personas más importantes en mi vida y ahora mismo solo podía pensar en ponerle una bala en su maldita cabeza; pero unos brazos fuertes me sujetaban por la cintura imposibilitándome la movilidad.
- Jamás un hijo mío me daría la espalda. –miró a sus nietos que estaban tan sorprendidos como yo.
- No puedo decir eso del mío.
Roberto miraba la forma en que Iker me agarraba y parecía enojarle tanto que sus ojos eran duros como piedras.
- ¿Dónde las tienes? –hasta mi voz tenía rabia contenida.
- Quiero toda la información que tienes sobre mi familia. Sin excepción, todo lo que quieras usar en mi contra lo quiero en mis manos cuanto antes.
- No tenemos nada –ahora Garrett le habló también enojado.
- ¿Crees que soy idiota? Se perfectamente que ingresaron a la base de datos de la empresa y que robaron información. Lo que los inútiles de mis nietos te dieran también.
- Ellos no me han dado nada.
- Mañana mismo lo quiero todo o tu madre y la llorona de tu amiguita se mueren o quizá preferirías que te mande partes de ellas cada semana. Como sea, es tu decisión.
Cuando estuvo por irse Garrett dio una señal para que disparen hacia la gente de Julián; entre Iker y Álvaro me protegieron llevándome agachada hacia donde estaban escondiéndose antes.
- Quédate quieta –dijo Álvaro a la vez que sacaba un arma de una de las cajas.
- La mato. –repetía para mí misma.
Iker se nos adelantó y con arma en mano comenzó a disparar en dirección a los que estaban en la puerta dándole a un par de ellos. Julián había desaparecido de mi vista y Garrett estaba gritándole a uno de sus hombres mientras se protegía de los disparos que lanzaban en su contra.
- ¡Te dije si la casa era segura! ¡maldita sea! –corrió hacia nosotros.
- ¡Fue mi padre! –gritó Álvaro.
- Que ninguno salga. Manda a averiguar ahora mismo donde las tienen.
- Señor –llamó su atención –la casa está en llamas.
- ¿Qué? –pregunté poniendo las manos sobre mi rostro.
- Entraron haciendo estallar la puerta principal. El señor Jhonatan vino con camionetas disparando a matar. Todos los guardias están muertos.
- Te advertí sobre esto y mira lo que ha pasado, carajo. –Garrett estaba muy enojado con su personal.
- Señor...
- Luego arreglamos cuentas.
No sabía qué hacer, me sentí inútil sin poder ayudar en nada mientras veía como Iker seguía disparando y de pronto una bala le dio en el brazo haciendo que haga un gesto de dolor, me acerqué como pude a su lado y nos agachamos para cubrirnos.
- Dios, hay que detener la hemorragia.
- Es superficial. –me miró con tristeza –Lo siento mucho Catalina.
- Tranquilo.
De soslayo vi como Álvaro agarraba un arma más grande y comenzó a disparar hacia un grupo.
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Tormenta del Pasado - #FBA2017
عاطفيةCatalina, una mujer de 25 años llega a Perú para saldar una deuda pendiente con la mujer que destruyó la vida de sus padres. Con esa idea en la cabeza se adentra en la vida de una adinerada, poderosa y corrupta familia sin saber las consecuencias qu...