Viernes

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Empezó a suplicarme que no me zambullera en las cataratas. ¿Qué daño puede hacer eso? Dice que la hace temblar. Me pregunto por qué. Siempre lo he hecho -siempre me gustó la zambullida-, y la excitación y la frescura. Yo suponía que para eso estaban las cataratas. Que yo sepa, no tienen ninguna otra utilidad y para algo deben haber sido hechas. Ella dice que fueron hechas solamente como escenario como los rinocerontes y los mastodontes. Me arrojé a las cataratas en un barril, no le gustó. Me lancé dentro de una cuba. Tampoco le gustó. Nadé el remolino y los rápidos en un traje de hojas de higuera. Se estropeó. Resultado, fastidiosas quejas por mi extravagancia. Estoy demasiado atado aquí. Necesito un cambio de escenario.

El diario de Adan y Eva (Twain)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora