Impredecible.

Capítulo 7

Me sentía muy mal, había comido tan rápido que me daban ganas de vomitar, ahí había un baño, en la puerta estaba el guarura, claro para que yo no me escapara, pero yo estaba atado no podía ir solo así que solo grite.

-GUARURA, por favor ayúdame.
-¿Qué te pasa?
-Tengo unas enormes ganas de vomitar, sueltame o llévame al baño.
-¿Crees que soy tu nana? Pues no.
-Por favor, te lo ruego, es urgente.
-¡No!.-me grito.

Ni siquiera por alguien que se hiba morir podría hacerme un favor, estaba tan mal, y ya no pude más, vomite, yo mismo me daba asco, pero el no me quizo ayudar, y vomite ahí mismo, no me soportaba, olía mal, y seguía muy débil, la cabeza me daba vueltas y me desmaye...
[...]
Antes de torturarlo, prefiero ver como está, así que me metí  en su habitación 4 y lo vi tirado en el suelo, había vomitado, valla olía muy mal, pero no solo eso, se veía muy mal.

-¿Que diablos paso aquí?.-pregunte enojada.
-Pues el me dijo que se sentía mal pero creí que era para escaparse.-me respondió el guarura.
-¿Estas idiota o que? Lo pudiste haber llevado al baño, hay quítate.

En eso, lo agarre como pude ya que el estaba muy débil para moverse solo el idiota, lo lleve a la tina, lo tenía que bañar no lo podía dejar así, me daba asco y eso que casi nada me daba asco, puse agua caliente y lo metí en la tina, rápidamente le quite su ropa y lo empece a bañar.

Sentí como unas manos recorrían todo mi cuerpo, pude abrir un poco los ojos y era ella era Sam, me estaba bañando, no pude decir nada, estaba muy débil para decir algo, y pues ni como reclamarle, por lo menos tuvo la atención de limpiarme después de que su amigote no me pudo llevar al baño.

[...]
No estaba nada mal, se podría decir que hasta disfrute bañarlo, obviamente saque rápidamente esas ideas de mi cabeza, era mi próxima víctima. Pero no solo fue eso, sino que sentí la necesidad de no dejar que le pasara nada, normalmente no siento eso pero es que, el no había hecho nada, ¿porque pagar algo que no hiciste? Pero no era mi problema. Solo era una orden.
Después de bañarlo lo saque, fui por ropa y lo vestí, valla ahora sí estaba bien, lo recosté en la cama, no lo quise amarrar, alguien en ese estado no se puede escapar, me preferí quedar ahí sentada en el sillón vigilándolo. Pero después quedo dormido y aproveche para ir por alguien que limpiara ese lugar porque que asco.

-Guarura, trae a alguien para que limpie todo este vómito porque da ¡asco!.
-Jajaja lo bañaste, ahora, ¿que te traes con el? Piensas violarlo.-río sin parar.
-Aver estúpido.-saque una pistola y le apunté a la cabeza.- No me vengas con risitas estúpidas, te deje cuidandolo y, ¿que haces? Dejar que se pudra como sí hubiera hecho algo, este no es tu problema, es mi problema, yo decido como lo torturo, como lo mato, tu solo cuidas, es la última vez que vuelves a burlarte de mi, o la pagas muy caro idiota.-agacho la cabeza, y asintio, le pegue en la cabeza con la pistola y me fui.