Capítulo 6

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Desperté por la luz de una pequeña abertura de una pared, vi a mi alrededor, estaba en una habitación, fea, horrible, y lo peor yo estaba débil, sucio, no sabía ni como había llegado ahí, y de pronto escuche como se abría la puerta, abrí los ojos y era... Era ella... Era la chica de negro... ¿Qué hacia ahí? Yo no entendía nada...
-¿Tu? ¿Eres tu? ¿Qué haces aquí?

[..] Cuando lo vi se me hizo conocido, cuando me hablo rápidamente a mi mente llego el recuerdo, era el chavo de ayer, el que vi jugar en la cancha. No puedo creer que lo hayan confundido, y lo peor tener que torturarlo.
-Hola.-dijo Sam seca.
-¿Quien eres? Y ahora ¿que haces aquí?.-pregunte totalmente confundido.
-No comprenderías... Pero bueno te traje algo de comer.

Hay algo que no entiendo, ella que hace ahí, no se sí está en contra de su voluntad, o tal vez está secuestrada, no se.

-¿Me vas a dar de comer?.-pregunte.
-Parece que hubo una equivocación contigo y bueno quiero que comas para que recistas más cuando te torturé.

En ese momento sentí como todo mi cuerpo estremecía, ¿ella me torturaría? ¿pero porque? Estaba muy asustado. Aparte lo dijo con una facilidad, como sí fuera una flor y me fuera a quitar un pétalo.

-Enserio lo siento, es más ni siquiera debería disculparme, son órdenes y punto, así que ahora, ¡come!.-me grito Sam.
-Es que no entiendo, déjame ir, no diré nada sobre esto sobre ustedes o por lo menos explícame algo.
-No tengo nada que explicarte, ahora come. Que necesito salir a comprar lo que utilizare.

Empece a comer, la verdad sí tenía hambre, pero seguía asustado, tanto que ni siquiera disfrute la comida, ¿pero como disfrutarla? Sí sabía que no solo me matarían, sino me torturarían me harían sufrir como sí fuera alguien malo, yo no hice nada.

[...]
Le di de comer, había algo en el muy tierno, su miedo, todo, pero simplemente debía ser firme, son órdenes que se tienen que obedecer.  Salí de su cuarto y me dirigí a la tienda era una tienda grande donde podrías comprar todo lo que necesitarás y bueno había de todo, normalmente yo siempre hiba ahí, era escondida, pero muy surtida, la verdad para mi gustó estaba bien, así que para la tortura de hoy me lleve, una soga, un martillo, diferentes tipos de cuchillos y muchas cosas más, es que aveces uno no sabe que se utilizara, y luego con Roberto que siempre quiere ver resultados. Es muy complicado esto.

Impredecible. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora