Salí de esa habitación y fui a la mía, estaba toda mojada después de aver bañado al tonto ese, o bueno a Abraham, me metí en la ducha 20 minutos, me puse un pantalón de mesclilla, una blusa negra, me pinte y salí.
-Cocinera, prepárame una sopa caliente ahora.
-Enseguida Sam.Preparo la sopa y un vaso de jugo y me metí en la habitación de Abraham, en eso el empezó a abrir los ojos. Con una delicadeza, y empezar a mirar como sí viera un ángel o algo así.
-Valla hasta que despiertas.
-Gracias.
-¿De qué?
-Gracias por limpiar el cuarto y limpiarme a mi, me dio vergüenza pero ni yo me soportaba.-dije con una sonrisa.
-Tranquilo se que no te queda mucho tiempo de vida, pero enserio dabas asco.-Sonreí.-traje algo para que comas y te recuperes.
-Prometo comer con más calma, porque sino me volveré a sentir mal.
-Vale, yo creo que ahorita no estas para muerte, te daré un día más.
-No cambiarás de opinión cierto.
-No, es una orden, y yo sigo las órdenes.[...]
Joder. Realmente era hermosa, aún sabiendo que ella acabaría con mi vida, sus muecas, sus gestos, su sonrisa, sus ojos, sí voy a morir, que sea en manos de ella. Porque es lo último que quiero ver. No podía dejar de mirarla, aunque yo mismo sintiera ese miedo que recorría todo mi cuerpo.-¿Que tanto me miras?.-me pregunto.
-No se, eres muy bonita.-respondí bajando la cabeza.
-Conmigo no funciona tus tonterías, ni creas que soy una de esas que conquistas y te voy a dejar salir. Yo soy lista. No estúpida.
-Ya lo sé pero realmente, tienes algo, que no se. No soy bueno expresándome.
-Ya cállate, termina de comer, me tengo que ir.[...]
No voy a negar, lo pensé demasiado, pero yo no voy a caer en sus estúpidos juegos, yo se que el amor no te lleva a ningún lado solo te hace daño, te traiciona, te mata, y yo por el no siento nada. NADA.
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Impredecible.
Teen FictionEl pasado de Samantha Walker, no la deja vivir, ella se la pasa torturando traidores, todo cambia cuando le piden que mate a Abraham Chamorro, un chico que por una confusión llego ahí, sin más no lo piensa y va decidida a hacerlo. Lo que no pensó...