Capítulo 1

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Llegue y me encontré con mi madre acomodando los platos para comer, yo estaba muy cansado, lo único que pensaba después de comer era ir a mi cuarto, tocar guitarra tal vez escribir alguna canción, pero pues no tenía mucha inspiración.

-¿Que tan tu día mi amor?.-me dijo mi madre.
-Bien mamá.-le respondí. *deje las cosas en el sillón y me senté a comer* -Como siempre.-agregue.
-Hijo, ¿no piensas salir hoy?
-No tengo ganas mamá.
- Abraham, vamos sal, te hace falta.
-Lo are pero ahora no es el momento, no me siento bien, será luego, ¿vale?
-Bueno como quieras mi amor.
Termine de comer y me dirigí a mi cuarto, en eso sonó mi teléfono y eran mis dos mejores amigos Raúl y David.

-Abraham vamos a jugar un partido de fútbol acá en las canchas, ¿vienes?.-pregunto David.
-David la verdad no tengo nada de ganas enserio.-respondí serio.
-Vamos Abraham, sabes que juegas muy bien aparte nos haces falta tiene mucho que no sales con nosotros, ¡vente!
-Está bien, voy para aya.
No tenía nada de ganas de ir, pero igual mi mama tenía razón tengo que distraerme y salir un poco más, mi vida se irá en ese cuarto solitario, es tiempo de cambiar.
-¡Mama!.-Grite.
Voy a salir a las canchas con unos amigos, al rato regreso.
-Claro,ya era hora, diviértete.

Supongo que uno nunca sabe con que puede encontrarse, o quizá sí algo nuevo sucedería, pues bueno, ese fue uno de esos días para mi.

Impredecible. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora