Capítulo 23

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-Tu me dijiste que podía torturarlo cuando yo quisiera o que, ¿esa promesa también la vas a romper?
-¡CÁLLATE ESTÚPIDA!.-grito y me dio una chachetada.- Hoy lo quiero muerto, y sí yo voy y aún está vivo, a la que voy a torturar y matar es a ti. Lo matas tu o lo mato yo. Tu eliges.
-Está bien Roberto para hoy mismo lo tienes.-dije llorando.

No podía creer lo que vi, me dio tanta rabia como le pegó, quería agarrarlo y matarlo con mis propias manos, y en eso llego Sam.

-¿Lo viste todo cierto?.-me pregunto avergonzada.
-No importa lo que haya visto, es tiempo de que esto termine pero necesito decirte algo muy importante...
-Te escucho.-dijo sentándose en el sillón y viéndome.
-Desde aquel día que te vi, ahí recargada en aquel árbol, supe que eras la persona con la que quería todo. No se como pase el destino Sam, no se como llamarlo, suerte, tal vez, pero eso no me importa, el punto aquí es que la vida es tan impredecible, nunca pasa lo que imaginamos, pero paso algo mejor, llegue aquí, y me toco estar contigo, se mi futuro y se lo que me espera, se que es necesario mi muerte y te lo digo, yo doy la vida por ti, y la daría una y mil veces sí fuera necesario, solo quiero que sepas que te amo  Samantha Walker, te amo, y se que piensas que es absurdo que yo ame a alguien como tu pero yo no decido que pasa. Solo paso, me enamore perdidamente de ti, y sí por tu amor y porque estés bien, tengo que morir, lo haré, solo te pido que sea a manos tuyas. Solo eso.

-Abraham yo...

Yo solo rogaba que me dijera que también sentía algo por mi, pero sin embargo me dijo algo que me sorprendió.

-No puedo torturarte, no puedo matarte, he estado contigo el tiempo suficiente en el que me demostraste que se pude amar de nuevo, pero se que es mejor estar solo así nadie te hace daño y tampoco te lastiman. Esa es mi opinión y no cambiara.

De repente sacó unas llaves, no sabía exactamente porque las había sácado.

[...]
Lo amo, quería gritarle en ese momento que estaba loca por el, pero ya no quería ser lastimada, ya no quería que me engañaran, solo no quería hablar de amor, pero sí quería que el estuviera bien. Es lo único que yo deseaba.

-Abraham toma esto.-dije dándole las llaves.-vas hacer exactamente lo que yo te diga saldrás discretamente yo distraeré a los guardias, saliendo de este lugar está un auto rojo es un clásico rojo con café, te irás lo más pronto posible, y prométeme que cuando llegues a tu casa y estés sano y salvo te mudarás de ahí y estarás bien.

-¿Me estas dejando...?
-Sí. Te estoy dejando escapar...

Impredecible. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora