Capítulo 16

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-Y una cosa más.-dijo sacando una carta.-toma Sam, la escribí para ti.
-Abraham, no se que decir.
-Solo llévatela y descansa.
-Es la sorpresa que jamás me han dado.
-Me da gustó saber que soy el primero.-dijo tomando mi mano.-me inspiras para todo.
-Buenas noches.-respondí soltándome.
-Buenas noches hermosa.

Nadie jamás había hecho algo así por mi, sentía como mi corazón se agitaba, no se que me pasaba, tenía su carta en la mano, me metí a mi cuarto y la empece a leer.

Samantha, no tengo palabras para decirte lo que siento, no soy un buen escritor, y mucho menos se expresar mis sentimientos. Se lo que piensas, y se que crees que no vales nada... Que por las cosas que hayan pasado tu ya no vales, te equivocas, y no hice esta carta precisamente para criticarte porque no soy nadie para hablar de tus errores, porque somos humanos y todos los cometemos. Hable de esto para que entiendas, que sí tu crees que no vales nada, para mi lo vales todo, y yo entiendo que las circunstancias no fueron las mejores, que solo me vez como una víctima... Pero Sam, como te explico, se que es anormal, pero la vida es tan impredecible que me enamore de ti. Aún no se lo suficiente de ti, pero quiero que te quede algo muy claro... Dame la oportunidad de enseñarte que hay una vida mejor, que puedes ser amada y amar. Que es difícil claro que lo es, ni yo sé cómo he podido estar tan enamorado de ti. Pero piensa esto. No me importa tu pasado, mucho menos me importa el futuro, me importa tu presente... Nuestro presente. Te amo.

Abraham.

Tenía miedo, la carta era perfecta, llore al leerla, pero lo que me había pasado...
Yo tenía miedo en el amor, en intentarlo con alguien, sabía que es mejor estar solo, así nadie te hace daño, ni te lástima. Pero el, lo dudaba, yo sabía que era diferente pero aúna sí tenía miedo. Se que sí le contaba de mi, sí le decía algo, no me querría, me dejaría.  No quiero hacerle nada, ya tiene mucho que lo tengo aquí, sí Roberto se entera, me va matar a mi, nos va matar a los dos.

[...]
Ya estaba durmiendo tranquilamente cuando desperté por un sueño horrible, más bien una pesadilla, esa pesadilla que me atormentaba cada noche un día después de terminar con Tanea Spilger, la persona a la que le entregue mi vida, y solo me engaño, me traiciono. Pero dios, ¿de nuevo? Por que, y luego aquí.

Impredecible. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora