Las apariencias engañan.

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En ese momento, yo estaba a la entrada de la universidad. Dos chicos estaban dando el discurso de bienvenida, los que habían obtenido las notas más altas.

Eran como el día y la noche.

El primero, Lionell, era alto, con el pelo perfecramente en su sitio, un traje de etiqueta, y muy correcto políticamente hablando. No había ni un átomo fuera de su sitio en aquel muchacho.

El segundo, Ryu, estaba encorvado, mirando al suelo, con el pelo revuelto, unas ojeras tremendas y camiseta y pantalones desgastado. Cogió el papel con la punta de los dedos. Eso sí, hablaba con una voz enérgica y profunda.

Fue fácil averiguar quién sería más aceptado.

Ryu era pálido y delgado, parecía no tener fuerza. En cambio, Lionell tenía una sonrisa preciosa, y un moreno envidiable, no era de extrañar que fuera tremendamente popular.

Ryu estaba solo y sentado en el banco, encorvado como de costumbre. Cuando Lionell se sentó al lado de Ryu, hubo el mismo efecto que cuando leyeron. Eran justo los polos opuestos. Daban una tremenda impresión. ¿Cómo podían ser amigos? Sería por Lionell, pensé entonces. La verdad el que era más popular era él. Sin duda, Lionell sería la mejor persona, pensé.

Ahora, esos dos chicos están frente a mí. He de decidir quién será condenado a cadena perpetua.

Lionell sigue teniendo ese aspecto de hombre de negocios, solo que ahora cuenta con unos rasgos más afilados. Lleva una chaqueta, y una corbata roja. Se ha sentado derecho y de brazos cruzados.

Ryu, por contraposición, tiene los pantalones vaqueros rasgados por el uso, zapatillas de deporte viejas, y una camiseta blanca de manga corta rota. Su pelo y sus ojeras no han cambiado. Sin embargo, tiene aspecto más peligroso. Se deja entrever en su hombro izquierdo un tatuaje de una serpiente de huesos. Coge un cigarrillo y lo enciende, se sienta torcido a fumárselo.

Está claro.

-Ryu, quedas arrestado por asesinatos múltiples.-digo con voz segura. Él me mira con tristeza y apaga su cigarrillo. Va a su celda sin ningún tipo de resistencia. Se sienta y me mira.

-Es él.-dice secamente. Me vuelvo. Veo a Lionell apuntándome con una pistola.

-¿Lionell?-digo asustada. Él ríe y dispara a mi pecho.

-Las apariencias suelen engañar.-dice Ryu.

-¿Ryu?-dice Lionell. Se oye una risa hueca procedente de Ryu. Y luego, un disparo.

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