Un día juntos

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Abro los ojos, la luz me molesta. Me giro y la encuentro a ella, su pelo negro cae desordenado por toda la cama. Paso is dedos por su espalda, no lo puedo evitar. Me quedo quieto cuando se revuelve y se gira. Me mira con un ojo abierto. Sonríe y eso me hace sonreir.

-Buenos días.-susurra. Acto seguido, me besa. Apenas un roce. Se levanta de la cama y va hacia el baño-Ahora preparo el desayuno.-dice con voz de aún de recién levantada. Yo me incorporp

-¡No! El que cocina aquí sou yo.-repongo con una sonrisa. La oigo reír.

-De acuerdo.-entro en el baño y la veo cepillándose el pelo. Una tira de su pijama se ha caído, pero yo callo. Me lavo la cara y hago el desayuno: tostadas y colaca. Oigo una voz femenina por detrás de mí.

-Abeeeeeel. Tengo hambree.-se queja ella. Pero, al verme con la bandeja entre las manos se le ilumina la cara. Desayunamos hablando de los sueños que hemos tenido esta noche. Cada vez que la miro descubro que me observa, y sus mejillas se tiñen de rojo un poco. Dejamos ls platos en el fregadero y vamos hacia el salón.

-¿Qué hacemos hoy?-le pregunto mientras me tiro en el sofá.

-No sé.-dice colocándose a mi lado.-¿Qué quieres hacer?

-Estar contigo.-suelta una risa. Es evidente que vamos a pasar el día juntos.-¿Vemos una peli?

-De acuerdo,¿cuál?-dice acercándose a los DVD's

-Spirit-grito. Se gira sonriéndome

-No hay huevos-grita ella a su vez

-¿Que no?-digo levantándome.-¡Voy a por las palomitas-ambos soltamos una sonora carcajada. Cojo las palomitas y las meto en el microondas. Saco del frigorífico una lata de Monster y otra de cocacola. Echo las palomitas en un bol y lo pongo todo en una bandeja. Cuando llego al salón, veo que ella se ha puesto una de mis sudaderas grandes y sus gafas. Pone la película.

Nos la pasamos tirando palomitas, riendo y besándonos. Creo que apenas hemos visto tres cuartos de la película. Cuando esta se acaba, ella se levanta y coge el disco.

-Irene.-la llamo.-¿qué hacemos?-ella medita

-¡Te voy a enseñar a bailar tango de una vez1.-afirma feliz. Me coge sin darme tiempo a reaccionar, y pone en su pequeño móvil una música de baile de salón. Poco a poco, voy memorizando los pasos

-¿Sabes por qué me gusta el tango?-dice sin perder el compás.

-¿Por qué?-digo dándole media vuelta

-Porque hay que mirar a los ojos.-dice.-Y bailar pegados

-¿Así de pegados?.-digo juntando su cadera a la mía

-Asi de pegados.- dice uniendo aún más nuestros cuerpos.

-Fíjate, llevamos cinco meses y ya vivimos juntos.-suelta una sonrisa dulce. Se aleja y se sienta en el sofá

-Qué rápido vamos,¿no?-se quita las gafas

-Me gusta los cinco meses eternos.-digo avanzando hacia ella. Se incorpora y nos miramos a los ojos fijamente.

-Te amo.-declara ella antes de darme un beso. El beso más dulce jamás visto

-Te adoro.-digo yo antes de darle otro beso. El beso más intenso jamás visto. Me recuesto sobre ella poco a poco, y ella me atrae aún más. Siento como sus dedos trepan por mi espalda hasta llegar a mi nuca. Allí enreda con mi pelo, cosa que me hace sentir un pequeño cosquilleo. Luego su boca desciende por mi cuello, y vuelve a ascender hasta la oreja

¿Qué pasó después?

Cosas que se guardan en secreto

Ese tipo de cosas

Mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora