¿De verdad te incordio tanto? ¿Tanto te molesto? ¿Tan odiosa soy? Espero que respondas por lo menos a estas preguntas, ya que al parecer tienes la sana costumbre de no responder nunca.
Hay veces en las que me gustaría que estuvieras presente.Pero nunca lo estás. Eres como un fantasma, como el viento: se nota que estás pero no te haces sentir lo suficiente.
¿ Qué ha pasado con el alegre y despreocupado chico de vacaciones? Parece que no tienes suficiente tiempo para respirar.
Nos conocimos en un invierno frío, no te voy a pedir que seas un cielo. Pero por favor, luego desapareciste, no se supo más de ti.
Y ahora te presentas en una estación calurosa, que parece que derrite la capa de hielo que siempre llevas contigo.
Por desgracia, cometí un error, no dije dos puñeteras palabras cuando debía.
Ahora que todo sea aclarado, tú has pasado te has vuelto a congelar. Y es que en verano las palabras eran tan cálidas y sonaban también en tu boca...
Aunque la que tiene la culpa de todo soy yo, lo admito.
La verdad es que me gustaría que, en vez de la más bella flor de plástico, me regalaras una pequeña rosa roja real.
