22. DCAO

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- Creo que no te has explicado Albus.

Hermione no entendía cómo se había metido en todo ese aprieto. ¡Ella solo quería estudiar y olvidarse de todo lo que había pasado! Pero no. Tenía que estar delante de una celda junto al director y a su profesor de pociones. ¿Quién estaba en la celda? El hombre más guapo que Hermione hubiese visto nunca. El más pedante, el más cruel, el más egocéntrico...

Voldemort les observaba a los tres de forma indiferente, como si no fuesen más que meras moscas que pasaban por allí para molestarle.

- Permíteme explicarme mejor entonces Tom - el anciano sonríe - Harry está a punto de obtener un poder que le permitirá atraer a todos los magos tenebrosos de la historia.

- No veo qué hay de malo en traer a mis compañeros - eleva los hombros el hombre dejando sus manos entrelazadas tras su espalda en gesto de superioridad y control.

- Ya viste que Gel...Grindelwald - se corrige el director - No estaba muy por la labor de permitirte el paso a un mundo gobernado por tus "compañeros"

- Te agradecería que me hablases directamente Albus - sisea dándole la espalda - Ambos somos demasiado inteligentes. Tú pierdes el tiempo tratando de...¿Engañarme? ¿Convencerme? - se permite el atrevimiento de reír por lo bajo - Y yo comienzo a tener dolor de cabeza por escucharte - eleva los hombros con una media sonrisa.

El director aprieta los labios levemente exasperado.

- Vas a hacer un Juramento Inquebrantable.

- Voy a hacer un Juramento Inquebrantable.

Hermione, viendo que la paciencia del director se estaba consumiendo casi ríe ante el atrevimiento de Voldemort. Casi. Snape coloca la mano en su hombro y se lo aprieta levemente como aviso, gesto que no pasa desapercibido por el Lord ni por Dumbledore, que sonríe ampliamente.

- Bueno Tom...Si no quieres aceptar mis exigencias te quedarás ahí - el director se gira hacia Hermione ante una expresión de gran confusión por parte del Lord. ¿No iba a insistir más? - Señorita Granger, agradecemos mucho su ayuda.

- De...de nada señor - Hermione frunce el ceño sin entender la situación aunque parecía que tanto Severus como Dumbledore lo tenían todo bajo control.

- Lamento todo por lo que ha tenido que pasar y temo que aún se encuentre indispuesta para las clases - Hermione va a replicar pero el director sigue hablando - Severus se ocupará de su pronta recuperación.

- ¿Qué? - la chica mira intermitentemente al director y a su profesor

- No te importa ¿Verdad Severus? - Dumbledore fija su mirada en su amigo elevando las cejas.

- Desde luego que no Albus. Será un...placer - responde dándole énfasis a la última palabra y  agarra a la chica de la cadera - Vamos Granger, no se vaya a caer.

Hermione enrojece velozmente y tartamudea confusa. Voldemort, por el contrario, mantenía los puños bien cerrados sin perder detalle de la escena.

- Siempre has sido una serpiente Albus, una víbora - sisea el Lord apretando sus manos contra los barrotes - Y dime, solo por mera curiosidad - sigue hablando sin dejar de taladrar a Snape con la mirada - ¿Qué juraría en el hipotético caso de aceptar tus patéticas exigencias de anciano senil?

- Que nos ayudarías a detener a Harry sin que sufriese el más mínimo daño, detendrás los ataques de los mortífagos y no dañarás a nadie intencionadamente  hasta el fin del trato.

Voldemort chasquea la lengua desviando la mirada y, en un principio, sopesa sus posibilidades. Hermione se aleja de Snape en ese rato y le mira con el ceño fruncido acusándole de usarla. Severus simplemente responde a su mirada elevando los hombros con extrema indiferencia.

Magia ancestral [COMPLETADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora