Capítulo 2

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Estaba sentada en una mesa yo sola de brazos cruzados mientras veía a Savannha bailar con su novio, la muy "buena amiga" me había arrastrado hasta la dichosa fiesta a la fuerza sin mi consentimiento.

Resople haciendo que unos mechones de mi cabello se pusieran en mi cara.

-No- dije al ver que Connor venía hacia donde yo estaba, él era mi ex.
-Audy, ¿que haces aquí? Te hacía leyendo en tu residencia.
-Me aburrí de leer libros porque solo me dan malas expectativas en el amor- sonreí falsamente.
-Deja de ser orgullosa, no te queda
-¿Orgullosa? No soy tan idiota como tú para serlo.
-Lo siento, ¿ok? No fue mi culpa sacar en nuestra intimidad el nombre de Jason.
-¿Piensas que terminé contigo por Jason?- sentí un horrible dolor en mi pecho al mencionar su nombre- Eres un idiota, terminé contigo porque tuviste sexo con una chica frente a mi cara.
-Nena...
-¡No vuelvas a llamarme así! Por si no lo sabías tengo un nombre- salió un sollozo de entre mis labios al terminar la oración, salí inmediatamente de ese lugar, necesitaba aire.

Al estar afuera, me senté en la banqueta y cubrí mi rostro con una mano mientras sollozaba, recordarlo hacía que mi corazón se hiciera añicos. En eso escuché una risa de una chica, así que deje de llorar y observe quien era, pero no logré reconocerla, ni siquiera la conocía, Adam estaba susurrándole algo, ella asintió despidiéndose de él, frunci el seño al ver que él venía hacia mi. Se sentó a mi lado y suspiro.

-Sav me dijo que me mataría si te veía llorando por mi culpa, pero sería mejor que le avisaras que yo no fui el imbécil que te hizo sufrir- me reí un poco.
-Descuida yo le diré.
-Sé que quería que fuera tu cita, pero decidí darte tu espacio ya que no nos conocemos, así que dime, ¿que te sucede?
-Mi ex me hizo recordar algo doloroso, es todo, piensa que estoy actuando como una orgullosa, pero no me conoce realmente. Nadie conoce mi verdadero yo. Nadie sabe cuantas veces he llorado sola en mi habitación. Nadie sabe cuantas veces he perdido las esperanzas. Nadie conoce los horrorosos pensamientos que pasan por mi cabeza cuando estoy triste. Nadie me conoce.- se levanto y me ofreció su mano.
-Levantate
-¿Porque?
-Sólo quiero abrazar a una chica hermosa que un idiota ha lastimado, soy bueno con los abrazos- me levante, así que me halo hacia él y rodeó mi cintura con sus brazos mientras ponía mis manos alrededor de su cuello. Me abrazó como si fuera todo lo que quisiera y todo lo que nunca podría tener. Me abrazó sin la expectativa de un abrazo que conduce a otra cosa. Fue el momento más íntimo que había compartido con alguien, alineados verticalmente, bocas separadas y me ahogaba en la intimidad. Me separé de él y lo miré a los ojos.
-Gracias- dije separándome de él, pero sus manos no soltaron mi cintura haciendo difícil separarme de él.

Lo último que sentí fue sus labios cerrándose contra los míos. Entonces ahí supe que me estaba besando.

No fue un beso suave, tampoco fue dulce ni tímido. Era el tipo de beso que dabas cuando sabías que la muerte estaba cerca. Era el tipo de beso que sentías en todo tu cuerpo, y el tipo de beso que estaba peligrosamente cerca de hacerme arder por combustión espontánea ahí mismo, en la acera de ese lugar. Con ropa y todo. Coloqué mis manos en su pecho mientras él me pegaba más a su cuerpo, no se porque aún no había parado el beso, ni siquiera lo conocía y ya lo estaba besando. Entonces dije lo más estúpido que mi mente sucia quiso hacer.

-¿Tu residencia esta cerca?- dije mirándolo a los ojos, él me miró.
-Sí.
-Bien, vamos.- lo jale de la mano y comencé a caminar hacia los autos que estaban estacionados afuera de la fiesta.- ¿Cual es el tuyo?
-Ninguno, traje mi moto.
-Ok- subimos a su moto, rodee su abdomen con mis brazos para sujetarme. Entonces arrancó hacia su residencia, pero a penas y habíamos recorrido algunos kilómetros cuando se detuvo.- ¿Porque te detuviste?- se bajó de su moto y tomó su cabeza entre sus manos, pude distinguir un gruñido de frustración de su parte. Así que me bajé también.
-No debería hacer esto. Es mejor que te vayas a tu residencia, no haré esto contigo, no te lo mereces.
-¿Perdón?
-No nos conocemos perfectamente y ya íbamos al término sexo.
-Por favor, como si fuera la primera vez que tienes sexo con una chica que no conoces. Descuida, no me afectó tu rechazo- dije con sarcasmo, me alejé de él, tenía que irme de aquí.
-No, Audrey. ¡Espera!- lo ignoré y seguí caminando, logré parar a un taxi y me subí. Podía sentir las lágrimas venir.

Minutos después le agradecí al taxista por haberme traído, le pagué y salí de éste. Me dirigí hacia el cuarto que compartía con Savannha, pero me detuve precipitadamente al escuchar sonidos al otro lado de la puerta, hice una mueca. ¡Genial! La muy inapropiada estaba teniendo sexo en nuestro dormitorio con Vincent, puse los ojos en blanco y volví a salir de la residencia. Me senté en la acera y comencé a llorar. Hoy no había sido mi día en absoluto.

***

Tenía un terrible dolor de cabeza a causa de la migraña que se avecinaba gracias a que toda la noche había estado de malas porque no había podido dormir el resto de ésta y para arruinar mi mal día, llegué tarde a una de mis clases que tenía con el maestro más estricto de todos. Estaba en la cafetería, la cual estaba vacía. Puse una mano en mi cabeza mientras cerraba los ojos con fuerza, mi cabeza dolía mucho. Sentí una presencia junto a mi, entonces abrí levemente los ojos y vi en mi campo de visión un hermoso y delicioso capuchino. Dirigí mi mirada hacia la amable persona que me lo había traído y borré mi sonrisa, sólo gruñi, furiosa.

-¿Tu que haces aquí?
-Siento lo de ayer.
-No se a que te refieres, además no te conozco.
-Ok, ya comprendí, no te estaba rechazando ayer, es sólo que no te mereces ese tipo de trato.
-No se a que te refieres.
-No mereces que al despertar el tipo con el que pasaste la noche te corra de su cuarto sin ni siquiera agradecerte por la gran noche que le diste solo porque es lo bastante idiota por no reconocerlo, entonces harás la caminata de la vergüenza mientras sus amigos te comen con la mirada, y como te sentiste usada buscarás refugio en uno de ellos y volverá a repetirse eso.
-Bien, tienes mucha imaginación, pero yo no haría eso, solo coquetearía con uno de ellos y el imbécil del tipo que no me valoro se daría cuenta de todo lo valioso que perdió- sonrei.
-Ok, también podrías hacerlo, pero el punto de todo esto es que no permitiría que te pasara eso. Creeme, soy el tipo de chico que no valora a la chica con la que se acostó la noche anterior y no comprendo porque aún así ellas siguen viniendo tras de mi.
-Yo si lo comprendo, cada chica necesita la atención de un chico malo y sexi que las haga romper las reglas, es por eso que ellas te siguen buscando.
-Así que crees que soy sexi- me guiñó un ojo.
-Yo no... - me sonrió ampliamente- ¿Sabes que? Olvidalo- tome el capuchino y comencé a bebermelo, era todo lo que necesitaba, regresé mi mirada hacia Adam el cual estaba mirándome.- ¿Sucede algo?
-Nada, es solo que me preguntó en donde haz estado todo este tiempo.
-¿A que te refieres?
-Los chicos aman a las chicas que son todo a la vez y lo dicen todo directamente.
-No creo que los hombres puedan amar realmente, sin ofender.
-Los hombres sabemos querer, pero una verdadera mujer nos enseña a amar.- lo miré fijamente, ninguna vez en mi vida había escuchado a algún chico hablar de esa forma cuando se refería al amor. En eso llegaron los chicos.
-Hola chicos- dijo Savannha sentándose junto a Vincent, besó en la mejilla a Adam y éste la miró confundido, pero aún no lograba quitar mi mirada de él. Comenzaron a hablar sobre trivialidades, logré contestar algunas preguntas que me hacían con las respuestas correctas sin quitar la vista de Adam, mordi mi labio inferior y lo examiné completamente. Sav se dio cuenta de mi observación y me sonrió con malicia, entonces dejé de mirarlo ya que mis mejillas comenzaron a arder.

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Andre Hamann es Adam Grant

Entre Tus BrazosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora