Salí de la habitación en la que me había estado quedando después de ducharme para irme a dormir, pero antes decidí ir a salir un rato al jardín. Me detuve precipitadamente al notar que Adam se encontraba ahí, con ese pantalón de pijama que lo hacía ver sexi y esa camiseta que siempre me prestaba para dormir cuando vivíamos juntos, al parecer se percató de mi presencia ya que se giró hacia mi.
-Perdón, pensé que no había nadie- susurré colocándome una sudadera, pero como mi short era corto y la sudadera me quedaba grande, parecía que no tenía nada a parte de ésta.
-Descuida, no interrumpiste nada.
-¿Puedo quedarme?
-Claro- me crucé de brazos mientras miraba hacia enfrente.-Oye, ¿acaso esa es una de mis camisetas?
-Eh... Si- sonreí, asintió mirándome de pies a cabeza, sonrió y después negó apartando su vista de mi.
-Destiny odiaba usar mis camisetas para dormir y siempre me pareció sexi ver a las chicas con mi ropa.
-Oh, así que por eso nunca me decías nada cuando me las ponía.
-Supongo... ¿nosotros vivíamos juntos?
-No en una casa, más bien en una residencia, pero me la pasaba la mayor parte del tiempo en tu habitación, incluso estaba por llevar mis pertenecías ahí.
-¿Enserio?
-Si, exactamente el día antes del accidente me propusiste eso.
-Ah.
-¿Donde esta Destiny?, pensé que estaría aquí contigo.
-El día en que me dieron de alta decidió terminar conmigo- alce una ceja- Ni siquiera me besó, ni me abrazo, sólo se fue, ni tuve la oportunidad de hacerle el amor por última vez.
-Auch- me miró- No sabes lo doloroso que es oírte decir lo tanto que desearías hacerle, es aún peor que imaginarlos en mi mente siendo felices.
-Yo...
-Debí prohibirte ir a su casa ese día, pero solo te lo permití porque ella me caía bien y quería que te disculparas por tu actitud.- estuve por irme, pero me tomó del brazo deteniendome.
-Oye, espera, lo siento, no debí decirlo.
-No es tu culpa- solloce, fruncio el seño y fue deslizando su mano por mi brazo hasta entrelazar nuestros dedos.
-Wow, esto se siente bien- sonrió, me soltó y se quitó su camiseta, entonces tomó nuevamente mi mano colocándola sobre su pecho, donde latía su corazón.- Tú debes entender esto- así que noté porque la colocó ahí, ya que justo en su pecho estaba tatuado con una perfecta caligrafía Aud, cubrí mi boca con la mano que no sostenía y lo miré a los ojos, entonces me avente a sus brazos, rodeando su cuello con mis brazos. Adam se quedó quieto sin tocarme.
-No sabes lo que te haría si recordaras eso y me lo hubieras mostrado en una sorpresa.
-¿Qué?- me alejé de él para mirarlo a los ojos.
-Te hubiera besado y supongo que tú me hubieras hecho terminar contigo en nuestra habitación- llevó su mano a mi mejilla, limpiando mis lágrimas con sus nudillos.
-Me gustaría recordarte, pero no puedo.
-Lo sé.
-Por cierto, ¿qué significa Aud?
-Es el diminutivo de Audrey, el cual es mi nombre.- extendi mi mano hacia él, la miró sin comprender y luego sonrió estrechándola con la suya.
-Adam.
-Creo que es un buen comienzo.- sonreí.***
Bajé por las escaleras cuando desperté encontrandome a casi todos en el comedor desayunando, pero Adam no estaba, sonreí al notar al señor Smith tomado de la mano de su prometida sobre la mesa sin importarle mostrar su cariño frente a su familia.
-Buenos días a todos.
-Buenos días Audrey- dijo el señor Smith, me senté junto a Connor.
-Oye, algo me dice que dormiste bien.
-Lo hice- sonreí.
-¿Y a que se debe?
-Conocí a Adam- me miró confundido.- Supongo que como no me recuerda empezaremos desde cero.
-Cuidado con eso.
-¿De que hablas?
-Podrías terminar enamorada.
-Eso no sucederá.
-¿Como lo sabes?
-Porque como puedes enamorarte de alguien a quien ya amas.- todos nos quedamos en silencio cuando Adam se sentó junto a mi, su padre sonrió y colocó una mano sobre su hombro así que Adam sonrió. Sin previo aviso tomó mi mano entrelazado nuestros dedos y colocándola sobre la mesa.- ¿Qué haces?- susurré.
-Me gusta esto, la forma en que encaja tu mano en la mía.
-Lo sé, es como si estuviera hecha solo para ti.- me miró frunciendo el seño.
-¿Así era de cursi?
-Si, siempre que tomabas mi mano decías eso.
-Nunca lo fui con ninguna otra chica.
-¿Enserio?
-Enserio- comenzó a desayunar y en ningún momento su mano soltó la mía haciéndome sentir esperanzada.Cuando terminé de desayunar fui a mi habitación, pero justo cuando estaba por abrir la puerta de ésta, Adam me llamó.
-¡Audrey! ¡Espera!- me giré hacia él.
-¿Qué sucede?
-Acabo de darme cuenta que tú sabes más de mi que yo mismo, así que me gustaría que me hablarás sobre mi.
-¿Ahora?- alce una ceja.
-Claro, si no te molesta.
-Nunca me molestaría- sonreí.
-Bien. ¿Puedo entrar a tu habitación?
-¿Quieres hablar ahí?
-Prefiero hacerlo ahí que en la mía, no me ponen cómodo los ruidos que se escuchan al otro lado de mi habitación.
-¿Porque?
-Connor y Lotti duermen ahí.
-Oh, bien, puedes pasar.
-Genial- entró conmigo así que me senté en la orilla de mi cama mientras él se recargaba contra la pared cruzándose de brazos después de cerrar la puerta.
-¿Por donde quieres que empiece?
-No lo sé, podrías hacerlo desde que nos conocimos.
-¿No prefieres saber lo que sucedió con Destiny?
-No, ella ya me contó esa parte.
-No me lo habías dicho.
-Ayer estuve hablando con ella por celular porque quería verla de nuevo para despedirme como se debe, pero sin que yo se lo preguntara me lo dijo.
-Ok, entonces te contaré mi parte.
-Bien.
-Nos conocimos en la residencia que compartía con Savannha, la conoces, ¿verdad?
-Si, al igual que a Jude, Vincent y Stryker.
-Bueno, ella intentó emparejarme contigo varias veces, pero no se lo permití, incluso me hizo ser tu cita en una de las fiestas de fraternidad, pero no funcionó, entonces decidimos ser amigos.
-¿Tuvimos alguna vez relaciones sexuales sin ser pareja?
-Sip, muchas veces, empezamos como un convenio sexual- sonreí- así era como tú lo llamabas- lo miré- ¿porque lo preguntaste?- frunci el seño.
-Eres hermosa y si aceptaste eso fue porque yo te atraía, lo cual quiere decir que era obvio que así empezáramos.
-¿Crees que soy hermosa?
-Claro, cualquier imbécil se daría cuenta de ello.
-Tú no eres un imbécil.
-Pues si no fuera por mi tú no estarías sufriendo y si ahora no me gusta verte así, puedo imaginarme como me sentía cuando te amaba y te veía sufrir, ¿alguna vez te hice sufrir?
-Si.
-¿Qué estupidez hice?
-No hiciste nada- mentí- fue lo que dijiste, dijiste que nada más te interesaba para tener sexo y supongo que ahí me di cuenta que me había enamorado de ti porque me dolió escucharte decir eso.
-Dime que me disculpe.
-Lo hiciste, de hecho también me dijiste que me amabas y fue cuando nos hicimos novios.
-¿En que momento me hice el tatuaje?
-Ni yo misma lo sé, me enteré cuando me lo mostraste.
-Gracias por contarmelo.
-Fue un placer- salió de mi habitación haciéndome sentir totalmente sola.
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Entre Tus Brazos
Novela JuvenilAudrey Belikov ha estado al margen de una sociedad construida por la tutela de sus padres, es una chica sin ningún problema, con buenas notas en la universidad, dulce y gentil frente a los ojos de sus padres y las personas que los rodean. Pero cuand...