Mi Vecino, Mi Jefe, Mi Amor

10

Andy me llevo hasta su habitación.

-Ponte frente a ese espejo -me apunto a un espejo de cuerpo completo.
-quitate la ropa -ordeno, obedecí.

Quede desnuda ante el espejo.
Mire a Andy que ya esta sin camisa. Se acerco a mi.

-Te voy a coger tan fuerte como jamas te he cogido -pase saliva.
Sentí su cercanía. Paso sus manos por mi cintura y bajando hasta llegar a mis nalgas.
Las apretó con fuerza.
Hizo que me inclinara quedando mas expuesta a el.
 
Comenzó a pasar su pene por mi vagina.
Dios, eso es tan excitante. Varios gemidos salieron de mi boca.

-Haremos esto -dijo Andy en mi oído -Entrare en ti -entro en mi con fuerza.
-Ahh! -solté un chillido de dolor.
-Cierra tus piernas -mordió mi cuello.
-Que? -pregunte sin entender.
-Que cierres tus piernas -grito.
Obedecí. Sentí como mis paredes vaginales se apretaban mas a Andy.

Este soltó pequeños gemidos.

-Me duele -Me queje.
-Ahora se te quitara -dijo comenzando a empujar con fuerza.
Los gritos comenzaron a salir de mi boca.

Duele, pero es un dolor rico. Mire a Andy a través del espejo, sus ojos azules mirándome con mucha pasión me incita.

Comencé a mover mis caderas en círculos. Mientras apretaba aun mas a Andy.

-Mierda, donde aprendiste eso? -dijo mientras mordía mi cuello.
Sonreí victoriosa.
Andy poso su mano en mi cuello y comenzó a estrangular me con fuerza, pero no para hacerme mucho daño. Hice mi cabeza para atrás quedando esta en el hombro de Andy.

Comenzó a darme duro contra el muro. Bueno espejo.
Mire a Andy, sus ojos se están haciendo mas oscuros, sus labios entre abiertos se ven tan sexys que no se que haría sin ellos.

Sentí los temblores en todo mi cuerpo. Andy se tenso, pero nunca aparto su mirada de la mia.

-Wow -dijo mientras salia de mi.
-Eso fue raro -susurré
-Muy raro -confirmó

-Bueno mañana tendrás que trabajar, y ya es tarde -dijo mientras se acomodaba el pantalón y volvía a ponerse la camisa.
Me vestí y camine hacia Andy.

-Adiós -susurré. Trate de besar su mejilla pero este se corrió.
-Bien, me voy -susurré. Sentí mis ojos arder, y mi vista se fue haciendo borrosa.

Camine hacia la salida de su habitación. Deje que las lágrimas salieran de mis ojos.

Camine hasta mi casa, me metí a la ducha, y me di un baño rápido.  Me acosté en mi cama y mire hacia mi ventana.

Mirando la luna, comencé a cerrar mis ojos.

Quiero dormir y nunca despertar.