Mythical Butterfly

V

MYTHICAL BUTTERFLY

V

Se sentía tan ligero, tan falto de preocupaciones y tan libre, que cada respiración le parecía placentera, al regresar poco a poco a la conciencia que había perdido. No sentía más dolor...

-¡Está despertando! -logró escuchar el murmullo de las voces a su alrededor, mientras la luz que se perfilaba desde fuera de sus párpados como ases relampagueantes de colores intensos y llamativos, dibujaban paisajes en su mirada. -Alteza... Príncipe... estamos por llegar, no debe preocuparse, regresamos a Overworld... -se le informó mientras trataba de mantener el control sobre su consciencia.

El movimiento de la carreta donde lo transportaban le ayudó entonces, al pasar sobre caminos empedrados y baches, la percepción de la naturaleza a su alrededor se hizo más natural, hasta que finalmente pudo abrir ambos ojos sin pesadez. La mirada plateada se posó sobre la figura de la persona que tenía al lado, trató de enfocar el rostro de la chica de largos cabellos rubios que le sonreía con alivio, pero no había nada en ella ni es aquel gesto en su rostro que le transmitiera algún sentimiento. ¿Quién era?...

De un momento a otro, todo aquello que no sentía, fue apareciendo recalcando su estado que con el movimiento de aquella caja de tablas donde había sido acostado, que le recordaba giro a giro de rueda las lesiones como ráfagas de fuego en su espalda y su cabeza, llevándole a cerrar los párpados con gran fuerza tratando de controlarse y no gritar.

Alice al verlo apretó la dentadura y enseguida se movió, dirigiéndose a las personas que iban sentadas al frente del carruaje hostil. El conductor y el curandero de guardia. -¡Pasó el efecto del opio! -les gritó asustada por el terrible dolor reflejado en el rostro del príncipe heredero.

-Opio... -Logró enlazar sus pensamientos entonces Alistair, se sentía así porque estaba drogado... y ahora todo empezaba a recobrar sentido.

Los días transcurrieron entre su sangre impregnada en los vendajes de algodón y las eternas preguntas sobre lo que había pasado en aquel lugar. Alrededor de 15 días después del catalogado "Incidente del valle" a las afueras de Underworld, donde habían perdido a varias compañías de guerreros y entre ellos al Capitán de la guardia real, siendo vencidos por completo con la confrontación del Príncipe Vector y Underworld...

No tenía la respuesta a ninguna de sus propias preguntas y mucho menos a las preguntas de los demás.

La puerta de la habitación real se cerró, dejando a un príncipe sumergido en un profundo sueño y cerrando la puerta tras de sí a un caballero rubio, que no pudo más que recargarse contra la madera cerrada una vez estuvo fuera. Entonces suspiró, para luego elevar la mirada clara a la persona que lo esperaba en las afueras de los aposentos reales.

-¿Y bien?...

El joven sólo negó con la cabeza, -Nada... no importa los días que pasen, parece que nunca va a recuperarse... -se llevó la mano a la frente desesperado, peinando hacia atrás los cabellos rubios que enseguida volvieron a su posición inicial.

-Eugeo... -Primero se aseguró que nadie estuviera en los alrededores escuchándolos, mirando de un lado a otro y termina mirándolo impávida. -Nadie debe saber nada de eso... nadie más que tú y yo estábamos ahí... y Sir Klein... pero él... -bajó la mirada la rubia.

-No tienes ni por qué decírmelo... -le sonrió un tanto lúgubre. -Yo menos que nadie en este mundo le deseo un mal a Ali...

-Lo sé... -asintió ella también -Pero... la chica... -frunce el entrecejo al no tener muy clara la visión de lo que ocurrió con ella, sólo puede alcanzar a distinguir la aparición de una niña de largos cabellos avellanas.

-No tiene caso preocuparnos por eso ahora... -Le colocó la mano en el hombro, por lo que ella le devolvió la mirada. -Nuestro señor nos necesita más que nunca, no importa lo que haya ocurrido, no importa que no reconozca nada... de lo que es suyo... nosotros debemos ser su fuerza y sus recuerdos.

-Pero qué conmovedor... los escoltas del príncipe dándose ánimos entre ellos, -llega a pararse a las afueras de los aposentos reales el sacerdote.

-¡¿Qué hace usted aquí?! -se interpuso de inmediato en la puerta Alice.

-¿Cómo que qué hago aquí? Lo acordado... se dijo en la segunda noche de luna nueva del décimo cuarto año de vida del príncipe heredero se llevaría a cabo la ceremonia de la Prima Notchie.

-¡¿Qué?! ¡¿Acaso está usted desvariando? Todo el mundo en Overworld sabe del estado de salud precario del Príncipe Alistair, no puede venir a sugerir llevar a cabo una cosa así en un momento como este. -le reclamó molesta.

-Permítame disentir de su opinión... y es precisamente porque el consejo del reino lo demanda, si el estado de salud del joven príncipe posee tan dudoso desenlace es necesaria la realización de la ceremonia con carácter urgente, de ese modo, esta misma noche podremos contar con la impregnación de una doncella elegida para cargar en su vientre al futuro heredero de Overworld en caso que el príncipe... sufra el mismo lamentable destino de nuestro Rey, muerto el rey viva el rey... no hay otra opción. No podemos permitir que Overworld permanezca acéfalo.

-¡¿Acaso no escucha sus propias palabras al salir de su boca?! -le gritó frustrada por tales acciones futuras, pero Eugeo la tomó del brazo y la sacó de la vista del sacerdote.

-Como el concejo mande... avisaremos al curandero y a las doncellas de su alteza para tener todos los preparativos para la ceremonia de esta noche. -Lo reverenció el rubio, mientras se mordía su propio labio de la furia, sin poder demostrarlo abiertamente ante aquel hombre.

-Vaya... por fin la civilización. -Dijo levantando una ceja y dándoles la espalda empezó a alejarse.

-¡Eugeo! -le gritó furiosa una vez estuvieron solos. -¡¿Qué no escuchaste lo que van a hacerle a Ali?!

-Es natural... -respondió sintiéndose ruin con sus palabras. -Todos los monarcas pasan por eso... y no sólo en este reino... ¡En todo el mundo Alice!

-¡Pero Ali no quería eso! ¿Qué no lo recuerdas?...

-¡Ali no puede oponerse a lo que su reino le mande! ¡Por algo es el futuro rey! -bajó la mirada pensativo. -Quizás es por eso... que lo han mantenido sedado... no esperaban consultarle su opinión al respecto... para el concejo él no es una persona... es sólo un objeto más a su disposición con el que pueden hacer lo que quieran... porque es el rostro de Overworld... y nadie quiere a un niño inexperto como líder...

-¿Inexperto?... -tiemblan sus ojos al pensar en todos los significados de esa palabra. -¿Pero qué tiene que ver una cosa con la otra?...

-Es simple... quieren un rey... un hombre fuerte y fértil... que les de confianza a los aldeanos... Alistair... ha tenido muchos problemas al respecto hasta ahora... En el concejo nadie quiere escucharlo, tal vez... aunque no sea la mejor manera de hacerlo... sea la mejor opción para ayudarlo a adquirir más poder...

Mientras ellos hablaban, dentro de la habitación, el joven pelinegro que había despertado con los gritos, alcanzaba a escuchar la conversación y llevándose una mano al abdomen, se agarró la tela del blusón que lo cubría, mientras la apretaba entre su mano en forma de puño.

Continuará...