–¿Quieres un café?... Voy a traerte uno...
La mirada púrpura cerca de su rostro, lo llevó a fruncir el ceño. –Solo déjame solo...
Había sido prácticamente arrastrado al sofá y obligado a recostarse sobre el mismo.
–No tienes idea de lo que estás diciendo... no puedes permitir que la gente te vea así... ¿Y si viene alguien del Clero? ¿Qué vas a decirles?... ¿Que el reino se queda sin rey cuando este quiere beber como ebrio de cantina?
Su comentario pareció llegarle, por lo que desvió la mirada.
–Al menos entiendes... estás muy sofocado... –sacó los primeros dos botones de la camisa real.
–Liena... –esa vez se ahorró el honorífico. –Solo dejame... –se acomodó de lado sobre el mueble, abriéndole un pequeño espacio frente a su abdomen para sentarse, mientras la mirada gris se fue cerrando poco a poco, al sentir la mano que se posó sobre sus cabellos oscuros.
–Siempre es lo mismo contigo... no eres un bebé... debes ir a dormir a tu cama... –susurró suave frente a su rostro.
–¿Liena-san? Disculpa... has... –la voz de la reina, asomándose por la puerta, la alertó, obligándola a retirar la mano de inmediato. –Visto a Ali...stair... –terminó su pregunta, respondiéndose al instante.
–Sí... Mi... Mi diosa –se levantó rápidamente. –Estaba aquí recostado y me tomé el atrevimiento de tratar de despertarlo... –bajó la mirada ante ella, que juntó los labios en molestia.
–Gracias... por cuidar del rey... pero... lo mejor hubiera sido llamar a los guardias reales... para que lo trasladen a los aposentos...
–Si... tiene usted toda la razón, mi señora... –bajó la mirada. –Voy a llamarles... –empezó a caminar, pero fue detenida por un rotundo negativo.
–No, yo me lo llevaré ahora...
–¿Usted, mi señora?...
–Mi esposo, no puede estar dando este tipo de espectáculos sin que la reina intervenga... –explicó, para luego agacharse frente a Alistair y colocándole la mano en la mejilla, lo llamó en varias ocasiones para volverlo en sí.
–Ali...
–¿Mm?...
–Vamos... te quedaste dormido en una de las salas...
–¿Stacia?... ¡Stacia! –la abrazó de improvisto –Mi diosa...
–Sí... Mi señor... –lo ayudó a sentarse, con lo que pudo ver a Liena, parada en el lumbral de la puerta.
–¡Liena!... ¡San! –pareció recordar los modales. –¿Mi esposa y mi maestra?... ¿Son amiguitas?... – se rió cual niño pequeño al hacer una travesura.
–Vamos...
Lo sacó de la habitación, encaminándolo hasta los aposentos que compartían.
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MYTHICAL BUTTERFLY
XXIV
Aunque lo soltó con cuidado sobre la cama, no pudo evitar que diera un pequeño rebote.
La miró fijo, cual esperara su siguiente movimiento, con lo que la invitó a continuar lo que habían empezado antes de quedarse dormida y beber respectivamente.
ADVERTENCIA: LEMMON
Quizás era por el estado en que se encontraba, que sentía su piel erizada... pero cálida a la vez... como si los toques de mis manos fueran hielo, se repelía, moviendo la cabeza a un lado, cual tratara de controlarse...
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Mythical Butterfly
أدب الهواةNo importa como te veas, como te llames... en donde te encuentres, mis sentimientos te alcanzarán hasta el fin de los tiempos, como una mariposa en transiciones de colores. ALISCIA. (KiriAsu UA).