Tiburones Asesinos [Completa]

Capítulo 16

Ya es lunes y estamos a cuatro días de la excurción, mañana es que James viene de viaje a visitarme. Rania y yo estuvimos arreglando mi departamento para dejarlo ordenado para cuando nos vayamos a la playa.

—Oye Adelé.

—¿Qué sucede Rania?

—¿James viene mañana cierto?— preguntó ella.

—Si, ¿Por qué?

—Sólo pregunto para saber en donde el va a dormir.

—No te preocupes el dormirá en casa de mis padres, pero pasará el dia con nosotras, ya sólo me falta un exámen y es hoy en la tarde, no se el de los demas chicos.

—Ah, entiendo— asintió ella .

—Oye Rania...

—¿Si?

—Te imaginas que en esa playa hallan tiburones.

—Qué cosas dices mujer— bufo Rania con ironía.

—Me llegó ese pensamiento a la cabeza y me dio algo de pánico el hecho de pensarlo.

—Olvida esas patrañas, es dificíl que hallan tiburones en perú.

—Si así lo dices, está bien— dije encogiéndome de hombros.

—Tienes demasiada ciencia ficción en esa cabeza Adele.

—Bueno... cambiando de tema debemos arreglar todo no quiero que mi primo piense que soy una desordenada, aunque admito que lo soy pero da igual— dije mientras me encojí de hombros nuevamente.

—Eres tremenda Adele— dijo Rania soltando una carcajada— ¿Y a que hora recojeremos a tu primo?

—Mañana a las 6:00 am.

—¡Que! ¡Tan temprano!— dijo con asombro.

—Es que a esa hora aterriza su vuelo y no lo podemos dejar desorientado en un sitio que no conoce desde hace años.

—Ah, es verdad, yo sólo me fui a vivir un poco lejos de aquí, pero cuando volví ya habían cambiado algunas cosas, ya imagino yo el que tiene sin pisar estos lugares...

—Desde que yo tenía 14— interrumpí.

—¡Oh! Wow hace mucho tiempo.

—Sí, asi es.

Rania y yo luego de limpiar y arreglar todo, terminamos exahustas y decidimos ordenar algo de cenar ya que nos encontrabamos sin ánimo de hacer la cena, luego de que trajeran la orden de la pizza comimos y reposamos un rato, y después yo fui a darme un baño para luego irme a dormir ya que teníamos que despertar temprano para ir a recojer a James. Mas tarde Rania hizo lo mismo y tambien se fue a dormir.

***

—Rania despierta.

—Ehm, ¿Qué pasa?— dijo con la voz pesada por el sueño.

—Tenemos que ir a recojer a James levantate.

—Dame cinco minutos mas...

—Vamos, levantate— le dije mientras la zarandeaba de la cama para que despertará bien.

—Ade tengo sueño— dijo mientras se cobijaba.

—Rania vamos levantate— dije quitándole la cobija.

—Pero que mala eres— dijo Rania hechando un bozteso.

—Te esperaré en la sala, pero primero haré un desayuno para no irnos con el estómago vasio, no quisiera verte desmayada el pleno aereopuerto.

—Vale, está bien, ya me levantaré.

—Está bien— Asentí.

En lo que Rania se alistaba yo fui a calentar un poco de chocolate y puse unos panes en el tostador para luego mas tarde salir al aerepuerto.

***

Luego que ya estabamos ambas arregladas, desayunamos y salimos de camino a buscar a James.

Duramos un par de horas de camino pero igual llegamos, al estar en el aereopuerto pude ver el avión en el que estaba James, vimos a varias personas bajar pero aun no veia señal de James.

—Adelé ese de allí ¿no es James?— dijo señalando a un chico con el pelo rizado y una bufanda en su cuello, con un par de maletas en sus manos.

—¡Sí! ¡es el!

—Ah, lo reconocí.

—¡Primo James!— dije con emoción.

—¡Adele! Prima, vos está hermosa— dijo mientras soltó las maletas para darme un fuerte y calido abrazo.

—Pero cuanto has cambiado, apenas te reconocí— le dije mientras dejé salir unas lágrimas de emoción.

—Lo mismo digo de ti mi prima querida te has convertido en una morena hermosa, y al menos ya tienes un cabello largo a diferencia de cuando tenías 14.

—Gracias, es que lo dejé crecer. Hace años me dejé de cortar el cabeño.

—Estoy aquí— dijo Rania aclarandose la garganta.

—Ah, disculpa. Ella es Rania mi mejor amiga.

—Casi no te conozco pero igual, ¿Cómo estás Rania? ¿Vos está bien?— dijo James estrechando su mano hacía ella.

—Estoy bien gracias, un placer— dijo Rania con una leve sonrisa.

—Morenas esperenme un momento, debo ir a registrarme y pagar unos impuestos que lleva esto.

—Está bien— asentimos Rania y yo a la vez.

Luego de unos momentos James había vuelto.

—Ya volví, espero que yo no halla demorado mucho, es que había uno de los policias que me confundio con un español y tuve que safarme de la conversación, pero igual ya nos vamos chicas.

—De seguro fue porque escuchó tu voceo argentino y lo confundió con el voceo español debido al tiempo que tienes allá y mas aun que es normal—  dijo Rania.