Capítulo 33

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-Hola Adele mi amor ¿Cómo estás?

-Estoy bien Miguel...

-Ade... Con todo esto que ha estado pasando... casi no me prestas atención o mejor dicho, apenas te veo... Sabes que cuando duro mucho sin verte me vuelvo loco- dijo mientras que con su mano acariciaba mi mejilla.

-Ah, Miguel... Perdón, es que ahora el doctor Steward se ha encaprichado conmigo y casi no he tenido tiempo ni para mí misma.

-Si quieres hoy mismo nos podemos ir de aquí, recuerda que todo lo que quieras yo te lo puedo cumplir con tan sólo una palabra- dijo chasqueando sus dedos.

-Lo sé, pero no me puedo ir así nada más, y dejar a los que me necesitan abandonados a su suerte Miguel.

-Entiendo -asintió el- pero... Eso no me impide que mi novia me de un beso ¿verdad? -dijo con una mirada Atrevida.

-Por Supuesto que no- sonreí levemente.

El relamió sus labios y despacio se fue acercando hasta ponerlos junto a los míos uniéndolos suavemente mientras rozábamos nuestras narices y movíamos nuestros rostros de lados contrarios, fue cuestión de segundos cuando después sentí su lengua haciendo contacto con la mia.

***

-¡RAYDEN! ¡Que te pasa! ¿¡Por qué hiciste eso!?

-No seas ridícula, tu y yo sabemos que te gustó- dijo alzando una de sus cejas.

-Estás loco, voy a fingir que esto no pasó, ¿está bien?- dijo haciendo un ademán con sus manos.

-Sabes que eso es imposible, Además tu te dejaste llevar muy bien mientras nos besábamos.

-Deja de estarte creando ilusiones, fue algo que no ví venir.

-Rania... Por favor, ya admite que yo te gusto.

-Déjame en paz- dijo Rania mientras salió de la habitación bufeando una maldición.

-¡Perfecto! ¡Cada vez demuestras más, lo mucho que me amas Rania!- vociferó Rayden de forma sarcástica hacía Rania.

Cuyo acento sarcástico Rayden sabía que era en serio. El se quedó contemplando la playa en el balcón mientras en su mente solo transitaba el recuerdo del beso que acababa de robarle a la morena que le gusta.

***

-Rania ¿Qué te pasa?- preguntó Antonio quien se hallaba cojeando un poco, con un vendaje en su pierna.

-Nada Antonio, ¿Y tu como sigues?- evadió Rania.

-Estoy bien, lo único malo fue que ese pendejo tiburón me hizo una herida en mi pierna, pero no fue algo tan grave.

-Qué bueno, apropócito ... ¿has visto a Ade?- preguntó Rania.

-Hmm... Si, pero mejor ve a buscarla en otro momento.

-¿Por qué?

-Pues... Yo pasé hace un momento en dónde estaba ella y...- El negro empezó a rascar su nuca mirando para otro lado para no decir la escena que acaba de ver.

-Antonio...- dijo Rania en tono serio.

-Es que hace un momento la vi comiéndose a besos a Miguel. Supongo que no querrás interrupír algo- dijo el burlonamente.

Tiburones Asesinos [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora