Tiburones Asesinos [Completa]

Capítulo 37

Antonio quién se encontraba sentado cerca de mi, se dio cuenta de mi nerviosismo y me dio una mirada confusa.

-Adele ¿te encuentras bien amiga?- preguntó Antonio.

-Sí ¿por qué?

-Te noto algo tensa y distante.

-No, para nada sólo es un poco de nervios sabes que ver a esas bestias es algo para nada agradable.

-Si, lo sé. Yo me ofrecí a ayudar, sólo para vengar la muerte de Nicky.

-Ah, entiendo.

-Desde que ella murió yo no me siento ser el mismo bromista de antes, ahora sólo me la paso en esa lujosa habitación de hotel acompañado de mi pensamiento, talvez te preguntarás el por qué de eso y... Es qué ella me gustaba mucho, pero su forma de ser hacía que yo me alejara de ella, pero aún así la quería.

-Ah, Antonio, lo siento mucho- dije posando mi mano encima de su hombro.

-Está bien, supongo que encontraré a alguien mejor.

Pasó media hora desde que ingresamos al mar, los demás y yo buscábamos pescados y algo de carne ensangrentada para atraer a los tiburones, hasta que Rayden me madó llamar.

-Adele tenemos un problema- dijo Ray observando en cajón vacío de la carne.

-¿Y ya eso era todo? No puede ser- le dije.

-Creo que se acabó la carne.

-¿Susede algo? Antonio, James y yo esperamos la carne- dijo Miguel asomandose.

-Miguel, yo le decía a tu novia, que la carne parece haberse terminado, porque no veo más por aquí- explicó Ray.

-Tranquilos chicos, yo iré a hablar con Steward para ver que susedió- dije saliendo de la cabina en la que estábamos.

-Prima ¿Qué pasa? Yo supuse que venían mas barcos o yates para ayudar.

-Buen punto primo James -dije chasqueando la lengua- yo hablaré con Steward para que me explique algo, porque tengo la impresión de que aquí hay algo que no está bien.

-Adele, yo no he visto al científico en un buen rato- dijo Antonio.

-Tranquilos yo hablaré con el, sólo esperen aquí un momento mientras vuelvo.

Ambos asistieron y yo fui a la cabina buscando a el Dr. Steward.

***

-Dr. Steward, la carne parece haberse terminado.

-No es cierto- respondió en seco mientras me daba la espalda.

-Si, así es, creo que trajimos poca o la desperdiciamos por accidente, ahora no tenemos con que alimentar a los tiburones.

-Claro que si tenemos- dijo volteandose y sonriendome de una manera maliciosa.

-No entiendo a qué se refiere si no hay carne animal y la otra cosa es que no he visto llegar a algún guarda costas o alguien de ayuda para esto, estamos parados aquí en mar.

-Ay Adele, ¿y quién dijo que alguien los tenía que acompañar? y sobre la comida de los peces, no te preocupes, tu les puedes servir de alimento junto a tus amigos.

-¿¡De que está hablando Dr. Steward!?- dije poniendo los ojos como platos.

-Acaso no te haz dado cuenta, tu y tus amigos junto a tu novio son la carne que necesitan los tiburones, o acaso crees que sólo los alimentaré con pecezuelos baratos que pedí en una se las cocinas del restaurante del hotel.