Worst Kind Of Love

Capítulo 45: Demons

Ese chico, ese chico en la galería era realmente atractivo. De pronto vi a lo lejos a Gigi llorando y con ese chico Egan. Intenté detenerme pero no pude, ella subió al auto de Kian.

-Maldita sea Gigi- había hecho algo sin duda, estaba cerca de la oficina de Jamie, ¿Qué era lo que pretendían? De pronto mi móvil sonó.

-¿Si?-

-Gaby, te veré en casa de Covington, por favor-

-de acuerdo, de todos modos iba a visitar a Gigi papi-

-Ok, tengo unos asuntos que arreglar con Stanford... Ten cuidado de Stanton-

-Descuida...-

-Me dijiste descuida y ese infeliz te lastimó-

-Pero ahora no tiene ningún motivo para que yo le crea papi-

-De acuerdo, está bien te creo-

-te veo ahí-. Dije y colgamos, entendía perfectamente a mi padre y la sobreprotección que me daba, Stanton había sido lindo y tierno los primeros meses de relación, luego era un poco diferente, pero sabía que era por su trabajo, luego era cruel e hipócrita, y al final fue más que cruel, abusó de mi algunas o varias veces, pero creí en él, lo quería o mejor dicho, lo idealicé, y de pronto me dejó, como a una prostituta barata, mi padre solo supo que me había roto el corazón, pero nunca que abusaba de mí en nombre del amor que le tenía, y nunca supo que tuve que abortar por miedo a decepcionarlo, pero Stanton nunca me volvería a molestar, de eso estaba muy segura, o de lo contrario tanto él como yo, nos iríamos al infierno en una sola confesión que saliera de mi boca.

Quizás las cosas hubieran sido diferentes, yo aún no estaba lista para esa enorme responsabilidad como la maternidad. No sé si pueda alguna vez superar esa etapa de mi pasado. Hay días en las que lloro amargamente al mirar a otras chicas de mi edad con algún bebé o embarazadas y son felices, pero no puedo revertir lo ocurrido... Lo hecho, hecho está.

Después de todo a mí no me convenía ser madre a tan corta edad, bueno pero al menos no quería ser madre a los 20.

Si, debía reconocerlo, tenía miedo de que me fuera al infierno una vez que mi padre se enterara y también de que ellas, mis amigas supieran la clase de mierda que tenían como hermano mayor. A pesar de eso, yo era quien tenía que cargar esos demonios. Lo odiaba, pero eso quería decir que en algún momento de mi vida lo amé, lo amé tanto que permití que me rompiera, pero nunca se lo demostré. Mi viaje a Marruecos fue precisamente eso, el muy acertado cambio que mi padre vislumbró para mí, me di cuenta de que lo que yo más quería era suceder a mi papá en su empresa, y regresé llena de vitalidad y de más energía para ser lo que él desea que yo sea.

A diferencia de Stanford, mi padre siempre me dejó crecer libre y siempre pude elegir hacer, decir y todo... Mi papá quizá era el sueño de padre que hubiera querido tener Jamie y Lisa, solo que Lisa buscó la salida más fácil, matrimonio, era sencillo... él tipo era rico, ella no se vería inmiscuida en la vida real como su hermana mayor y nunca defraudaría a los Covington, ella en realidad era el orgullo de Stanford y de Georgia, incluso si la hija mayor era la representación en carne y hueso de lo que se sentía estar orgulloso de alguien.

Llamé a la puerta y fui recibida por ese idiota.

-Hola cariño.-

-Fuera de mi camino Stanton.- dije y me permitió entrar. -¿Están tus hermanas?-

-Nada más la pinche Hooligan.-

-¡Estúpido! Cierra la boca o le diré a papá que me estás diciendo así... impotente!- respondió Skyler en la cima de la escalinata.