Capítulo 47: Hard to Forget

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Parecía que mi vida estaba comenzando a desmoronarse, mi hermana estaba siendo una maldita al querer mostrarle a mi padre lo que había pasado, mi hermana mayor en cambio parecía haberse olvidado de su venganza en mi contra, normalmente no tardaba más de 15 días en desquitarse de algo, pero esto era más de un mes, así que o tenía mucho trabajo o de plano lo había dejado pasar.

Pero bien dicen que todos tenemos nuestro merecido, esta mañana me pareció ver a alguien de mi pasado, y con pasado me refiero a un ex novio.

-¿Preparaste el viaje a Londres?-

-Ahh si...- Chris estaba renuente a viajar a Londres desde hacía ya 15 días, pero un día llegó afirmando que quería viajar, pero estaba tratando de recordar quien de todos mis ex novios era a quien había imaginado ver.

-Lisa...-

-¿Cómo dices?-

-¿estás bien? Pareces estar distraída.-

-Mmm pues sí, un poco distraída, es que por la tarde me encontré a unos compañeros de clase y no recuerdo sus nombres.-

-Ah... ¿Ya está listo el viaje a Londres?-

-Sí, solo falta confirmar el día...-

-Elije el día tu... ya no tengo nada desde mañana.-

-Como quieras... Lo checaré en internet esta noche.-

Al menos con eso Chris estaría tranquilo momentáneamente. Mi mente seguía en marcha sobre quien era esa persona. Llegamos al auto y en el camino notaba que él me miraba a hurtadillas, quizás tratando de adivinar qué demonios me está pasando.

El viaje a casa fue silencioso, a mi gusto, fue agradable, al menos podía escuchar mis distantes pensamientos. Al llegar a casa, Chris fue directamente a la cocina a preparar algo para cenar, eso era bueno en él, ahora... veo su andar en la cocina y no lo sé... Me parece algo extraño, no lo siento familiar como al inicio de la relación. Llevo días pensando ¿por qué sigo reteniendo a un hombre que puede ser feliz con alguien más?

Las cosas no están bien con Byrne últimamente, siento este vacío en mi alma cada vez más pesado, profundo, doloroso incluso. Aunque no entiendo porque, yo a Byrne siempre le mantuve claro nuestro tipo de relación. Comemos en silencio, Chris intenta armonizar la estadía en el comedor pero ni siquiera intento cooperar a llevar a cabo eso. Pasa el tiempo hasta que el cielo se torna oscuro y ambos vamos a la habitación, cada quien en su lado de la enorme cama. No puedo dormir por seguir pensando en ese hombre, me siento patética.

Al no poder conciliar el sueño, voy en silencio al estudio a revisar los vuelos disponibles en mi computadora, cuando de repente, me llega una notificación de correo entrante. Me quedo mirando la pantalla hasta que la curiosidad me domina y entro al correo para ver de qué se trata el mensaje. Al abrirlo, me llevo una enorme sorpresa... Es él, el de la foto del dichoso artículo periodístico, es el hombre que vi en la mañana. Es el hombre que ha dejado huella muy profunda en mí. Maldita sea no ahora...

Ese maldito hombre que puso de cabeza mi mundo unos años atrás. Recuerdo perfectamente a ese chico en aquel entonces, jugador de rugby por hobby... grandes hombros, cuerpo atlético, muy varonil... Puede que suene imposible de creer, pero no me importaba que tan atractivo se viera, porque no lo niego, era muy atractivo para todas las chicas del colegio, me daba coraje ver que otras se le insinuaban descaradamente. Pero sabía que siempre me miraba, varias veces me encontraba con aquellos ojos, un bello color azul al mirarlos de cerca, me encantaba de él; lo sencillo que era, romántico, caballero, no había nadie más que yo en sus pensamientos y ante sus ojos.

Un chico amable de carácter, un día me descubrí enamorada perdidamente de él, al tiempo de convivencia, supe que era correspondida. En la intimidad estaba fuera de mis expectativas, él fue mi primera vez, una noche difícil de olvidar. En ese entonces, Chris, el chico americano que había llegado de intercambio, yo también le interesaba. Todo iba bien, incluso queríamos huir de casa, hacer lo mismo que mi hermana mayor y alejarme de casa, de mi familia, porque a papá no le gustaba esa relación pero me daba igual, mientras nos amaramos.

Un día él desapareció de la nada... Sin despedirse, sin dejar rastro... Papá estaba feliz por ello. Permitió que me viera con Chris, sin embargo, jamás iba a amar como amé a Henry... Al fin recordé su nombre, Henry Dalgliesh Cavill, el ahora prestigiado empresario multimillonario Henry Dalgliesh, como es conocido, no entiendo por qué aparece ahora, a poner mi vida de cabeza y me encontré buscándolo en internet.

-¿Qué haces?-

-¡Mierda! Me asustaste.-

-Lo siento, no pensé que estuvieras entretenida buscando...- se acercó a la computadora, asomó la cabeza –Buscando a Henry Dalgliesh...-

-Lo que pasa es que estaba leyendo un artículo del MET y lo vi, llamó mi atención.-

-¿lo conoces?-

-no.- mentí, porque lo conocía muy bien y él también lo conocía.

-¿tienes insomnio?-

-No, es que no podía dormir.- fingí un bostezo –Pero ya estoy cansada, no quise despertarte.-

-Descuida.-

Después de haberme dejado sin razón aparente, sin al menos decir adiós.

Aparece de la nada, y mueve todos esos sentimientos enterrados en el fondo de mi alma... alegría, miedo, rabia, ilusión... amor... ahora sé que jamás dejé de amarlo, el verlo esta mañana, solo me hizo darme cuenta de mi realidad, yo solo hice con Chris, lo que tanto deseaba, casarme por comodidad y era una salida fácil de casa, del maldito infierno en el que estaba viviendo al querer hacer y decir lo que mi padre quería.

Me vino de repente una extraña sensación de calor desde hacía tiempo que no sentía. Bueno o al menos eso que con Chris nunca sentí, era la misma sensación que sentí cuando comencé a salir con Byrne un par de semanas atrás.

No sé cómo será ese día que lo vea de frente o si de verdad lo veré frente a frente otra vez. No sé cómo reaccione al tenerlo cerca. No sé lo que pase cuando Chris sepa de esto, que su principal rival ha aparecido y que todos estos años ha estado muy cerca sin saberlo, sin ninguno de los 3 saberlo.

-¿Necesitas algo para dormir?-

-No, en realidad solo parecía que estaba un poco estresada, vamos.- dije caminé y cerré la computadora. –Ve, ahora te alcanzo.- terminé, caminé por el apartamento y miré afuera, todo esto estaba por desbordarse a la mierda, al que yo he considerado el amor de mi vida aparece luego de que ¿4 años? Ahh no sé cuánto tiempo ha pasado.

-Lisa...-

-Ahora voy Chris...- dije con pesar.

-No has dejado de amarlo ¿cierto?-

-¿Qué? ¿De qué hablas?-

-De Henry, a él me refiero...-

-No sé de qué hablas.-

-A que acabas de enterarte de que Cavill está viviendo aquí en Nueva York.-

Me tensé, ¡lo recordaba!

-Chris, es hora de ir a la cama...-

-No evadas el tema, sé perfectamente que Dalgliesh es el tipo con quien te ibas a fugar cuando nos conocimos, ese hombre que te dejó cuando comenzamos a salir más y más.-

-¿Cómo sabes eso?-

-¿Olvidas que yo estudié en Londres?-

-No, pero...-

-Lo sabía, yo sabía que me querías, pero no que lo hacías como yo hubiera querido, sé también la importancia de Henry en tu vida, tu padre me lo dijo el día de nuestra boda, y también sé que él es en parte la duda que tenías ese días.-

-Chris, yo te quiero...-

-Sí, pero no lo haces como lo quisiste a él. También sé que en efecto, no sabías que Henry está aquí, lo puedo deducir por tu reacción.-

-No lo he visto si es lo que te imaginas.-

-Haha, ¡¡no!! no lo imagino ni me pasó por la cabeza, solo... ¿Por qué dejaste de verlo? ¿Por qué te dejó?-

-No lo sé.-

-te puedo creer todo, pero eso no.-

-De verdad no lo sé, se fue, desapareció y no supe nada de él, si en verdad es lo que me dices, debes saber que para mi padre fue un gran alivio que yo me casara contigo.-

Worst Kind Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora