Capítulo 19: Absolutelly Necessary

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Vi como mis 2 hermanas se alejaban, miré a una Lisa tranquila y sin remordimientos, me miraba a la cara como si no se hubiera cruzado nunca, ni revolcado con mi ex novio, apenas hacia unas semanas que yo estaba perdida de atracción por él, luego a sentirme una muerta por sus estúpidas palabras, que no eran tan estúpidas por decirme frígida, a verlos a ambos salir de un maldito hotel, seguramente ella no lo era, estaba casada, tenía amantes y ahora tenía a mi ex en su cama, bonito cuadro, la envidiaba por eso, ella podía tener a quien quisiera, en cambio yo.... era una maldita roca o así me habían obligado a ser.

-¿Me estabas esperando?-

-jajaja, no te creas tan especial Nate.-

-Cariño, tú y yo tenemos una historia, es necesario que tú y yo...-

-¿qué? ¿Que estemos juntos para que puedas acercarte a mi hermana?- su cara fue de sorpresa y confusión. -¿qué? ¿Te sorprende que lo sepa? Acabas de salir de un hotel con ella.-

-Mira Jamie, que tú y yo seamos libre pensadores, no te da derecho a sentirte celosa del gran sexo que tengo con las demás, tú no eres capaz de satisfacerme así que... busco en otro lado lo que no me puedes dar.-

-Es por eso que no somos nada, pero... deja en paz a mi hermana, está casada.-

-Sí, eso lo sé, pero... ella es quien me busca, si por ti fuera, estaría en tu casa aburrido viendo alguna película, esperando a que llegaras o quizá... esperando a ver si tienes ganas de tener sexo y satisfacerme.-

-Eres un hijo de...-

-No, no lo intentes cariño, si eres frígida, también debes golpear como niña de preescolar.- dijo tomándome fuerte de la muñeca. Intente zafarme de su agarre, pero la canastilla que traía con los chocolates calientes cayó a un lado y yo al otro a causa de la fuerza. Me puse de pie de inmediato, pero cuando intentó lanzarme de nuevo al piso escuche una voz.

-¿estás bien?-

Shane, ahí estaba, corrí a abrazarlo, tenía miedo de que Nathaniel se pusiera agresivo y pudiera pegarme, no sabía si sería capaz, pero me había dado miedo.

-Ajaja, pinche reporterillo de quinta.- dijo y se alejó.

-¿estás bien?-

-Sí, creo que solo me asusto al verlo tan iracundo.-

-¿no te lastimaste?-

-No, solo... demonios.- dije mirando mi abrigo, estaba sucio.

-Espero que esa mancha salga con algo de lavado en seco.-

-Tengo uno arriba.... Les traía a ti y a Nicholas un chocolate, pero ese idiota me hizo tirarlos.-

-Descuida.-

Subimos a nuestro piso, me senté frente a mi escritorio y comencé a trabajar, alrededor de las 3 pm, teníamos todo listo, así que ellos podían irse.

-Jamie, este es lo último de la revista.- asentí. Y seguí escribiendo sin dirigir la palabra a nadie sin mirarlos.

-Helen...-

-¿dime?-

-Ya pueden irse.-

-¿de verdad?-

-Sí, lograron terminar antes de la hora, se lo ganaron, pueden irse-

-Gracias.- dijo y salió, dijo algo y sentí en mí las miradas de todos. A los pocos minutos llegó el encargado de entregar el libro a la imprenta y se fue.

-¿Se puede pasar?-

-¿que deseas Helen?-

-Solo... entregarte esto, es un regalo de todos en circulación.-

-Gracias.- lo puso en el escritorio y salió. Me di una pausa y tomé la caja, cuando la abrí... parecía una burla, era un ejemplar de un libro 'El Placer de ser tu misma' todavía no lo terminaba de sacar y de dar crédito cuando escuche las risas de todos. Esto no se quedaría así. Estaba decidida a hacerlos pagar, cerré los ojos conteniendo las lágrimas de coraje y tensé la mandíbula. Me puse de pie.

-Hey chicos...- todos guardaron silencio. –Gracias por el libro, es muy interesante, sin duda haremos un artículo de ello...-

Sabía que me odiaban, pero era necesario hacerles saber que a pesar de todo, yo era la jefa.

-Feliz Navidad Jamie.-

-Feliz Navidad Jules-

Me volví a mi oficina y los vi salir, estaba sola ya. Me senté en la alfombra de mi oficina, no entendía ¿qué me dolía más; que estos inútiles supieran mi trauma o que mi hermana se hubiera metido con él? ¿Que si me dolía? Claro que lo hace, después de todo, me conquistó con su manera de ser, después de todo, me había ganado mis motes por ser como era con ellos, pero... no merecía el desprecio de nadie, ni de mis padres, ni de él, ni las burlas de ellos, después de todo, yo también soy un maldito humano.

Sí, era despreciada pero ellos no tenían derecho a humillarme, lo pagarían claro está. Era mi vida privada y ellos estaban pasando esa línea solo por molestarme. Llore, nunca lo hacía pero entre lo que mi padre había hecho al no incluirme en la mesa en el cumpleaños de mi madre, decir que mi trabajo era mediocre y considerarme una desgracia, aunque no lo dijera, entre Nathaniel acostándose con mi hermana y estos imbéciles regalándome un libro sobre sexualidad plena. Era todo lo que podía soportar, era mucha presión. Me senté en la alfombra, echaba de menos las cenas de Navidad, quería una pareja, amigos y quería ser como todos, pero yo misma me bloqueaba a todo ello.

-Dios mío... ¿Estás bien?-

-Si Shane...-

-¿Cansada?-

-Si... Anoche no dormí-

-uhmm tu regalo de los chicos- dijo. Cuando levanto la cabeza está mirando el libro y la nota, me miró.

-Esto... ¿Te lo regalaron ellos?-

-Sí, creo que es la mejor broma que han podido hacer- dije tratando de sonar despreocupada.

-Jay... Esto ha rebasado el límite, no puedes... Dios, en serio ¿Estas bien?-

-Si... Anda será mejor que te vayas... Kian te espera- dije señalando afuera.

-puede esperar más... Pero tú no estás bien-

-Claro que lo estoy, nada que un par de películas o un libro.- dije tomando ese. –No puedan quitar.-

-Jay, es bueno que seas fuerte, pero también puedes permitirte sacar todo eso que llevas en los hombros.-

Asentí.

-Anda, Kian te espera.-

-¿Algo fue mal en tu casa?-

-no...-

-solo es lo de... Anda vámonos, es víspera de Navidad.-

-eso no tiene nada que ver con nada- me volví para no dejar que me viera querer llorar.

-¿No hiciste planes?-

-nunca los hago. Pensé en ir a casa de mis padres, pero no fui invitada-

-te invito a nuestra cena de Navidad, normalmente cenamos solo Kian y yo... Pero serás una buena compañía.-

-no lo creo, no soy buena compañía para nadie-

-lo eres para mí, es un debate cada vez que conversamos-

-De verdad...-

-Vamos, a Kian no le molesta. Además me debes un par de tragos-

-jaj... Suena un buen pago y a chantaje-

-¿Entonces?-

-De acuerdo, solo un rato.-

-De acuerdo, vamos.- apagué la computadora y tomé mi bolso y un par de bolsas con los regalos de mis hermanas. Tomé la caja.

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Worst Kind Of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora