Capítulo 4. Demasiados Encuentros. PARTE 1.

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Greg me cojió la mano y yo la solté rápido

- ¿Sabes que me gusta de ti?- dijo acercándose.

Yo le miré fijamente esperando una respuesta. Se acercó a mi oreja y la rozó levemente con sus dientes. En ese momento habría salido corriendo, pero por alguna extraña razón se sentía demasiado bien como para pensar. Era extraño. Mucho. Al fin me conseguí mover y Greg rió. Grave y sexy.

-¿De qué te ríes?- dije molesta conmigo misma y con él.

- Las niñas pijas como tú sois un caso-

- Yo no soy una niña pija, pedazo de imbécil-

-Anne, tranquila. Tienes que admitir las cosas tal y como son.-

-Date prisa. Quiero terminar este maldito trabajo y volverme a casa para no tenerte que ver la maldita cara.-

Me giré para ver su reacción y Greg no estaba. Volví a mirar hacia delante y noté presión tras mi cuerpo. Fui a girar la cabeza pero él me paró. Me acarició los muslos lentamente, sin prisa, únicamente dejándose llevar. Su cálido dedo dibujaba formas en la piel de mis muslos. Noté como su mano echaba mi cabeza hacia un lado y cómo se acercaba con los labios a la curvatura de mi cuello dejando cortos besos en éste. Noté cómo circuló sus manos por mi cintura y me acercó mas a él. Siguió acariciando mi cuerpo. Yo cerré los ojos dejándome llevar. Me sentía estúpida, ya que mi cuerpo no me dejaba oponer resistencia a su toque. Y, además, me gustaba.-¿Quieres que te bese?- susurro en mi oído. Su pregunta me desconcertó. Mi mente decía que no, pero mi cuerpo pedía que sí a gritos. En ese momento, Greg me giró y me miró a los ojos con la sonrisa de autosuficiencia.-¿Te ha gustado?- No- dije abrazándome los brazos para evitar que Greg viera los pelos de punta en mis brazos- sonrió-Ves, las niñas pijas como tú sois lo suficientemente orgullosas como para admitir cuándo les gusta algo-

-No es verdad, no me ha gus…- no pude terminar la frase porque me tapó los labios con su dedo índice y señaló detrás de mí . Entonces me giré y vi un espejo. Greg había visto todo lo que había hecho. Mis reacciones, mis movimientos, todo.

"No eras quién creía".Donde viven las historias. Descúbrelo ahora