"Adiós a todo"

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Russel y 2d van en el taxi, ninguno dice nada, no sabían si era correcto dejar a Murdoc pero no soportaban más estar ahí.
-¿Tú que harás D? -pregunta Russel.
-Iré a trabajar con mi tío, tal vez rente un departamento por allí -dice 2d con el rostro agachado -¿y tú que harás amigo?
-No lo sé, no tengo más familia, supongo que volveré a Nueva York- dice Russel, mirando a 2d.
No dicen nada más, pasan por el muelle cercano al lugar donde Noodle murió, Russel siente venir el llanto y pide detenerse al taxi.
Mira a 2d y le da un abrazo, -yo me quedó aquí, cuídate mucho hermano- rompe el abrazo y sale del taxi, cierra la puerta y se acerca a la ventana- te echaré de menos Stuart.
Russel se aleja del taxi y camina hacia el muelle, el taxi se aleja de ahí llevándose a 2d.
Russel camina hacia el puente, se quita los zapatos y arroja su maleta lejos de él.
-"¿Porque la tuvieron que matar? Era una niña apenas"-piensa para si mismo, su corazón se llena de ira, ya no llora, solo camina muy molesto por haber perdido a su amada hija. Da pisotones en el puente, frente a él ve a dos hombres pescando, sin pensarlo dos veces salta al mar para sumergirse en la profundidad, no sabía si quería morir o no, solo quería paz.
2d no pensaba, su mente y su corazón se sentían vacíos. Llegó al aeropuerto, pagó el taxi y luego compró un boleto de avión. Durante el viaje no pensaba en nada, tampoco oía lo que la aeromoza decía. Al llegar apenas saludo a su tío, le pidió trabajo, él accedió sin problemas solo le advirtió que no podría pagarle mucho. Era lo de menos para 2d, acepto y luego rento una habitación en un edificio viejo lejos de la ciudad, habiendo pagado el alquiler de un año, entró y se metió en la cama para dormir.
Ya había pasado una semana desde que Russel y 2d dejaron a Murdoc, las cartas eran infinitas al igual que los correos, preguntando sobre el incidente de Noodle y la desaparición de la banda, Murdoc estaba en cerrado en una habitación, comía a veces y bebía mas de lo normal. El día que el resto de su banda se fue, él tomó la chaqueta de Noodle y se encerró en esa habitación. Decidió construir un robot y para ello estaba usando todos los artefactos que Russel tenía para construir esa máquina, no podía quedarse sin banda así que decidió hacerla.
Extrañaba tanto a Noodle, la amaba a pesar de que sabía bien que jamás hubiera pasado algo entre ellos, era la única mujer que había amada y admirado en toda su vida, por todo ese amor que tenía, el modelo que escogería para hacer su máquina era obvio, usando el adn de la sangre de Noodle podía darle vida.
Una noche la terminó, estaba lista, el material que uso en su construcción era el mejor que pudo pagar con el dinero que iba recibiendo por el álbum.
La llevó a la sala y la encendió, para sorpresa suya el robot encendió, abrió los ojos y se movió. Se puso de pie y se acercó a Murdoc, él estaba realmente sorprendido, no pensaba que funcionará en realidad.
-Bien, yo soy Murdoc, tu creador-  dice Murdoc mirando directamente a los ojos de la cyborg -debes obedecerme todo lo que te mande.
-Enterado señor, ¿Cuál es mi nombre? -pregunta con una voz muy similar a la de Noodle.
Murdoc al oírla, se entristece, inconscientemente la había hecho muy similar a Noodle -te llamas Nood- de detiene antes de llamarla igual - Cyborg, te llamas solamente Cyborg.
-Entendido- dice Cyborg, se pone firme, dando a entender que estaba lista para recibir órdenes.
Murdoc la ve de pies a cabeza, era idéntica a Noodle solo que esta era un robot, en otras palabras no tenía corazón, no sentía nada.
Murdoc en un intento de huir de su realidad, decide abandonar los Kong Studios, revisa cada cuarto antes de irse. Al entrar en la habitación de Noodle, deja una maleta que había preparado para ella, tenía mucho dinero, una carta y el primer disco que salió de su álbum.
Él más que nadie sabía que no volvería nunca pero como una manera de disculpa, lo deja ahí.
Luego de Cyborg pusiera una bomba en el lugar, Murdoc guarda su robot en una caja de madera, la envía por correo a su nuevo hogar. Él toma el geep y una maleta repleta de dinero, mira por última vez su hogar y se va. A los pocos minutos de irse, los Kong Studios explotan.
Llega al muelle y alquila un barco para ir lejos de ahí, tenía planes para gastar ese dinero- pronto olvidaré todo con alcohol, cigarrillos y mujeres- se dice a si mismo, sube al barco, se sienta en una caja y el barco arranca- debo dejar todo atrás - se dice a si mismo, mira la ciudad donde vivió con su banda -lo volví a arruinar pero por lo menos saque mucho de esto- dice viendo el maletín. Mira de nuevo la ciudad y dice- adiós a todo...

Eres a quien amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora