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I'm still here bitches
-C

Desperté en un cuarto desconocido, sin ropa, y solo. Por lo que aproveche para juntar mis cosas lo más rápido posible para irme.

Salí de aquella habitación y me encontré con una chica morena haciendo el desayuno.

—Debo irme.— le dije.

—¿No quieres desayunar? No muerdo.

—No, tengo cosas que hacer.

No era mentira del todo. Hace una semana que vengo tengo que hacer de niñera con el hermano de Pete porque le debo mucho a él, de todas formas no es tan malo. Solo tengo que estar ahí haciéndole compañía, podía llegar a ser divertido molestándolo. Sin embargo, no era algo tan urgente, pero nunca quiero estar más de lo necesario en la casa de alguien con quien estuve por la noche, para no dar el mensaje equivocado.

Suspiro resignada mientras tomaba las llaves. El camino hacia el ascensor y luego a la puerta del edificio fue en absoluto silencio.

Al instante en que me abrió la puerta, yo me fui sin siquiera decirle adiós. Para mi suerte, por lo que me fije en mi teléfono, la casa de mi amigo solo estaba a un par de cuadras desde aquí, podría tranquilamente ir caminando.

Ahora tenía llaves de la casa, por lo que no me hizo falta trepar hasta la ventana ni tocar el timbre.

Brendon estaba en su pijama sentado en el sofá mientras tenía una computadora en su regazo. Estaba riéndose de algo, pero apenas noto mi presencia cerró la computadora sin siquiera mirarme.

Esto era básicamente una rutina, cuando se daba cuenta de que yo estaba cerca de él, dejaba de hacer lo que fuere que estaba haciendo para quedar mirándose un punto fijo. Traté de hablar con él para ver por qué se comportaba raro pero no tenía caso.

Sin embargo, hoy fue diferente.

—¿Hola?— lo saludé.

No hubo respuesta, hasta volvió a abrir la computadora, colocándose los auriculares; para fingir que yo no estaba allí.

Me rendí ante su extraña actitud y ante el hambre que estaba empezando a sentir, por lo que me dirigí hacia la cocina a comer algo.

Mientras comía sobras recalentadas que encontré, decidí abrir mi teléfono para ver si tenía algún mensaje.

Respondí los mensajes de los chicos que eran cosas sin importancia y Matty que me avisaba que tenía que ir a eso de las cinco y media de la tarde para practicar. Sin embargo, había un mensaje que me había mandado Pete hace unas horas que me llamaba la atención.

"No te acerques mucho a Brendon, no quiero que lo corrompas ni nada raro"

Fruncí el ceño mientras le respondía: "¿Y eso?"

"Te lo explicó luego ¿Hoy en el bar con los chicos?"

"No puedo Pete, lucha a las 10"

Dejé mi teléfono en el bolsillo de mis jeans mientras pensaba en lo que extraño que había sido eso.

Me acerqué hacia donde estaba Brendon para asustarlo puesto que estaba de espaldas y muy concentrado en lo que estaba haciendo.

Le toqué los hombros, provocando que diese un saltito. Se dio vuelta y suspiro al ver que era yo. Me senté al lado de él, poniendo mi brazo sobre sus hombros.

—¿Puedo saber por qué estás ignorándome?— le pregunte.

Su vista estaba fija en lo que tenía enfrente, tratando de concentrarse en hacer de cuenta que yo no estaba allí.

—¿El ratón te comió la lengua?— dije en su oído.

—Pete me dijo que no t-tenía que hab-blarte.— contestó rápido pero nervioso.

—¿Y por qué le haces caso?

—Es mi he-ermano.

—No seas aburrido, niño. Podemos divertirnos mucho juntos...

—Tenem-mos conce-eptos distintos de di-iversión.

—Creo que todo el mundo se puede divertir de la misma manera.

—No entiendo.—dijo empujándome.

—¿Te incómodo?

—Un poco... Ryan, si vamos a tener que convivir no podes hacer eso. ¿Sí?

—Bien... pero dime porque tu hermano no me quiere cerca tuyo y prometo mantener fuera de tu espacio personal.

Al menos por ahora, pensé. Esto de provocarlo y que sus mejillas se tornen tan rosas como ahora me estaba gustando.

—No quiere que me corrompas.— dijo bajito.

Sin decir más, se fue de allí hacia su cuarto, en donde presiento que trabó la puerta.

No podía negar que estaba demasiado confundido, pero el haberme imaginado a Brendon con las mejillas rojas debajo mío había creado un problema en mi entrepierna que debía ir a solucionar antes que nada.

Si no fuera tan temprano, hubiera tomado mi moto para irme a algún bar cercano a ligar con alguien para que después de encargué con su boca. Por lo que tuve que ir al baño del cuarto de Pete para bajarme los pantalones y comenzar a acariciar mi erección. Apenas terminé, me limpié y me vestí de nuevo.

Tenía todavía unas tres horas antes de que me tuviera que ir, por lo que aproveche que tenía el living libre para ver una serie.

b f b ;; rydenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora