b f b ;; ryden

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La mayoría de los capítulos tienen + de 100 views y yo no actualizando hace tiempo este fic, permito que me tiren piedras. A modo de disculpa, les dejo este capítulo bastante largo <3

Después de una pelea decidí pasar por un bar solo para despejar un poco mi cabeza. Por suerte hoy no había recibido ningún golpe que dejara marca visible, porque aunque a algunos creían que quedaba bien, lucía asqueroso tener el labio medio sangrando.

Me senté en la barra, para tomar algo y hablar un poco con el barman, Gabe. Ya nos conocíamos bastante porque es usual que venga acá, por la cercanía con la casa de Pete.

—¿Lo usual?— me pregunta luego de darme un cálido saludo.

Asiento. —¿Cómo está tu novio?

Siempre le preguntó por Will, tiene una rara condición que lo hace enfermarse propensamente. Siento pena por Gabe, ver a la persona a la que te ataste en la cama como un muerto.

—Mejor que la semana pasada, seguro. Va despacio, al menos quiere comer un poco.— dice con una media sonrisa, conformándose con lo poco.— ¿Y qué me dices de tu vida, Ross? ¿Al fin hay una persona a la que miraste más de dos veces?

—No creo, sólo estoy pasando el tiempo con un chico. Nada serio como para que grites Hallelujah.— bromeé para darle un trago a mi bebida.

Sentí una mano delgada posarse en mi hombro, llamando mi atención como para darme vuelta y ver a una chica que claramente me quería por un rato. Se sentó a mi lado y se pidió algo que no escuché, porque estaba demasiado ocupado tratando de ver si era buena opción para algo rápido.

Aunque no pasó mucho tiempo para después encontrarnos en un diminuto cubículo de baño, con su pollera subida y mis pantalones caídos. De todas formas, mis ojos estaban cerrados.

La empujaba con fuerza con mis manos en su pequeña cintura contra la pared, tratando de llegar al climax lo más rápido posible para saciarme. Sin embargo, se me hizo más largo  de lo usual.

Yo salí primero, lavándome las manos antes de salir del baño completamente y luego salir del bar, saludando a Gabe antes.

Hice mi vieja rutina de adolescente: Trepar el árbol, entrar por la ventana, trabar la puerta. No me importo que Brendon estaba allí, de hecho, me gustaba la idea de que lo esté. Me insultara por la mañana, diciendo de forma inocente que está mal.

Luego de quedar en nada más que un bóxer, me recosté a su lado tratando de caer rápido en el sueño profundo.

La mañana siguiente no fue abrazadora como en un momento pensé. Brendon empezó a moverme de manera poco delicada para su persona, tratando de sacarme de la cama.

Respondí a sus acciones cuando vi que Pete estaba tocándole la puerta. Me metí al baño y me escondí para que no me viera.

—¿Pasó algo, Brendon?— le preguntó.

—Estaba ocupado, perdón ¿Ya te vas?— respondió el menor.