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El reloj marcaba las 23:47 de un sábado, por lo que ya podía salir hacia el bar. Había quedado con los chicos a eso de la una, pero algunas veces yo llegaba antes para hablar con Gabe y quizás meterme con alguien tranquilo.

Con mi moto, estuve en solo unos minutos para llegar a mi destino.

Entre al lugar y me dirigí directo a la barra, donde Gabe estaba esperándome con una sonrisa cálida junto a otra persona que de espalda no reconocí.

Le di un apretón amistoso de manos a Gabe cuando pude ver quien era el que estaba sentado al lado mío, hablando con él.

—¡Ryan!— dijo Will acercándose para abrazarme.

—Tanto tiempo, ni te reconocí al principio.— le dije.

—Pensé que salir le iba a hacer bien, de todas formas está bajo mi supervisión.— dijo Gabe.

—No me quiere servir nada.— dijo haciendo un puchero.— Pero bueno, quiero hablar sobre vos. Mi amor me estuvo diciendo algunas cosas interesantes... Como que tienes un Julieto.

Mire a Gabe reprimir una risa al ver lo metiche que estaba siendo su novio. Lo miré esperando a que frene a su novio porque no tenía ganas de hablar sobre eso, pero obtuve exactamente lo opuesto.

—Veo que tienen para rato, los dejo mientras sigo con mi trabajo.— dijo y le dio un beso en la cien a su novio.

William tomó mi mano y me condujo a una mesa para interrogarme al punto en donde me sentía tan exprimido como una naranja. Eventualmente, desistí y le conté de Brendon porque sabía que con "Julieto" se refería a él.

—¿Así que estás viéndote a escondidas con el hermano de Pete? Wow, siempre supe que lo tuyo era la aventura.— dijo en tono de burla.

—No llegamos a ese punto, es bastante nuevo en todo esto.

—¿Primer novio? No me esperaba esto del gran Ryan Ross...

—No somos pareja, en lo absoluto. Solo soy su primera experiencia con el sexo.

—¿Pero no te gusta? ¿Ni un poco?

—Es lindo y un poco tierno, pero solo me pone.

—No creo que sea así por mucho.— dijo levantando sus cejas sugestivamente.

Rodé los ojos ante sus palabras mientras le di un sorbo al trago que Gabe me había dado.

No había forma en que me gustará. Solo estábamos juntos por una cuestión exclusivamente sexual, si ni una gota de sentimientos. Se lo había aclarado, y él se había mostrado de acuerdo con eso. Ibamos a su ritmo porque no se sentía totalmente seguro como para acostarnos; hecho que yo respetaba aunque me desesperaba porque realmente quería meterme en sus pantalones, todo estaba bien. No me preocupaba por desarrollar sentimientos ni que él le pasara conmigo.

De todas formas, ahora que había entrado a clases estoy seguro que podría conseguirse un novio fácilmente. No es que la idea particularmente me gustará, porque eso sería tener que cortar con lo que estábamos, pero eso no era porque me gustará.

Fue un par de momentos más tarde que mis amigos empezaron a llegar, por lo que Will regresó a la barra con Gabe. Empezamos a beber y hablar de todo. Aunque en cierto punto de la conversación, nos extrañamos de que Pete todavía no había llegado.

De todas formas, mi foco de concentración se había apartado de la conversación cuando vi a una linda chica de piernas largas mirándome de reojo sugestivamente. No había manera en que me negara a su invitación.

Me acerqué a donde estaba ella y comencé a coquetearle. Ella me seguía la corriente, por lo que veía que tenía las mismas intenciones que yo.

Desde donde estaba, podía ver la entrada del bar. Aunque no estaba concentrado en eso cuando ella se inclino para besarme, pude ver a Brendon entrando.

No, no puede ser. Seguramente estoy imaginando cosas.

Le sugerí al oído a la bonita extraña de continuar esto en el baño, lo cual aceptó sin vacilar.

Antes de entrar, incliné mi cabeza para ver hacia la mesa donde estaban mis amigos. Efectivamente allí estaba él con Pete y el resto del grupo. ¿Qué demonios hacía allí?

Traté de concentrarme en las expectantes curvas y en lo estrecha que era aquella chica, pero en el fondo de mi cabeza estaba pensando en por qué Brendon había venido acá, y más aún por qué Pete había accedido cuando no quería que se acerca a las malas influencias que su grupo y yo podíamos ser para la inocencia del menor.

Cuando me corrí, salí de allí sin esperar algo de ella y tampoco sin decirle nada.

—¡Siempre pensando en sexo, Ryan!— se burló uno de mis amigos.

—La conversación no estaba siendo tan interesante, de todos modos.— dije restándole importancia.

—A pesar de que soy gay, puedo decirte que la chica era para quedarse boquiabierto.— dijo Pete.— ¿No es así, Brendon?

—Supongo.— dijo su hermano, algo incómodo.

—Me sorprende que lo hayas traído con nosotros.— le dije a Pete.

—Quiso conocer a los imbeciles de mis amigos, no me pareció mal. Podía mostrarle con que tipo de personas no debía juntarse.

Toda la mesa rió y yo solo tomé un poco de la cerveza que habían traído.

Mire a Brendon y pude darme cuenta de que estaba usando una de mis chaquetas. No podía entender por qué había querido venir y la curiosidad me picaba, pero traté de no pensar en eso.

De todas formas, la noche ya era muy incómoda como para estar soñando de despierto y así ganarme un interrogatorio que no iba a llevar a nada bueno.

b f b ;; rydenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora