Tarde a lo vampiro

52 2 0
                                    

-Carrera. -propuso Victory. Estaban todos sentados en el pasto.
Aimé tenía apoyada la cabeza en las piernas de Maxon y él le acariciaba el cabello. La rubia estaba arrancando pastos y Eiden hablaba por celular con Blue.
-Sí, corran yo los espero. -se acomodó, subiéndose en el regazo de su amigo, abrazándolo y escondiendo la cara en su pecho.
-Pero, tendrías que venir sobre alguno de nosotros. -se reía la hermana del chico que la sostenía.
-No. -se acomodó mejor, durmiéndose ya.
-No te duermas. -le reprochó el chico que no la cargaba.
-Que no duermas no es mi culpa. -escuchó tres carcajadas.
-Nosotros también dormimos. -le susurró Maxon en el oído, acariciandole la cabeza- Pero, no importa, duerme.
Eso, fue lo último que escuchó, antes de quedarse dormida.
-¿En serio?, ¿sé durmió?  -se frustró la chica.
-Sh, callate, la vas a despertar.  -susurró molesto, quien la sostenía.
-Ya, ni que hubiera hablado tan alto. -le contestó ella.
-La llevaré a la cama. -se levantó, ignorando el comentario de Victory y se fue al castillo.
Al llegar, la acostó en una habitación negra, sin ventanas y con pocos muebles.
-No te vayas. - la escuchó decir y, a pesar de que seguía dormida, se le había entendido perfectamente.
Se acostó a su lado y se tapó, no sentía frío, pero quería estar cerca de ella.
Aimé se giró y lo abrazó, apoyando la cabeza en su pecho.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

Al despertarse no había nadie a su lado, buscó por todos lados pero no encontró a nadie.
Fue hacia afuera y se encontró a un batallón de vampiros entrenando, luchando entre sí.
-Despertaste, era hora. -comentó su amiga, que se había acercado, en cuanto la vió.
-Sí. -señaló al ejército- ¿Qué hacen?
-Entrenan. -le contestó en tono obvio. La otra, giró los ojos, por su actitud estúpida- Lo hacen siempre, es normal. -le explicó- ¿Quieres intentar? -era obvio que sí, quería.
-Sí. -la respuesta no se hizo esperar.
-Bien, vamos. -Ambas se dirigieron a una parte en específico.
Victory peleaba como humana, o lo intentaba.
De repente, por un lado de la cabeza de la castaña, pasó un pie. Y luego, otro; pero, éste le hubiera pegado, si no fuera porque ella se agachó y luego tomó el pie, girándolo y haciendo que se escuche un grito.
-¿Qué haces, perra? - gruñó una voz femenina.
-¿Qué ocurre? -preguntó Maxon, que recién había llegado.
-Esta perra me pegó, amorcito. -se le adelantó a Aimé la chica, quien tenía una voz extremadamente fina.
-Dos cosas: -le dijo él- Uno, no soy tu amorcito. -pronunció el apodo con asco- Y dos, no te le acerques. -señaló a Aimé, mirándola amenazante.
-Pe...-la cortó con un movimiento de mano.
-Vamos, debo llevarte a casa. -tomó su mano y la llevó al bosque- Arriba. -le sonrió y la ayudó a subir.
-Ya, vamos. -le besó la mejilla y se aferró a él.
Él, por su parte, se limitó a empezar a correr.
-Llegamos. -la bajó y la posicionó frente a él.
-Vamos. -le quiso tomar la mano, pero Maxon se la alejó.
-Debo irme. -besó su mejilla y desapareció.

Corto, ya sé. Pero quería subir algo.

Feliz día, por ayer, a todas las lectoras.

Besos, BL.

La ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora