Relato y celos.

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-...Bueno, yo salí buscando a alguno de ustedes, para ver si me podían llevar a la audición. -empezó y vio que todos la miraban.- Pero, se me acercó Scott y me invitó un café. Le dije que no, le expliqué que tenía que irme y...-fue interrumpida por la señora McGee.
-Sigamos esto en la mesa, mientras meriendan. -al sentarse, ella continuó.
-Él dijo que me llevaba, así podíamos ir a tomar algo. Le dije que sí, nos fuimos, audicioné y nos dirigimos al café. Luego de ordenar, me dirigí al baño. Al entrar, vi que había ingresado alguien atrás mío; era todo normal hasta que trabaron la puerta y, tu hermano, prácticamente me rugió que quién era el chico con el que estaba.- se escuchó una carcajada, proveniente de Victory.- Emm...le expliqué quién era y lo calmé, un poco. Me invitó a tu casa, y le dije que sí, pero que esperara que debía avisarle a Scott. Entonces, volvió a hacer una escena. Lo calmé, logré que se fuera al auto y le inventé una excusa a mi acompañante. -contó Aimé.
-No fue tan así. -reprochó Maxon.
-¿Ah, no? Y, ¿cómo fue? -el sarcasmo, en la primer pregunta, y la curiosidad por saber en qué mentiría o qué ocultaría, en la segunda eran notables.
-Bueno, es cierto todo, menos las partes en las que dices que hice una escena. -jamás iba a admitir que se puso celoso.
-No, tienes razón. No fueron escenas, para nada. -dijo ella, con sarcasmo.- Digo, a menos que consideres que un "¿desde cuándo le tienes que dar explicaciones?" o encerrarme en un baño, para hacerme preguntas sobre un chico, lo sean.
-No uses tu sarcasmo conmigo. -le gruñó.
-Entonces...-lo miró y sonrió.- no digas incoherencias. -contraatacó y, él, volvió a  gruñir.- No gruñas, no eres un perro.

Se miraban fijamente, nada más les importaba en ese momento; por lo menos, hasta que escucharon un par de risas que los sacaron de su mundo.
-¿Y qué le dijiste? -dijo Victory. La morocha la miró, sin entender a quién se refería.- A Scott.
-Oh. Pues, le dije que había tenido una emergencia. -sonrió inocente.
-¿Y él no te quiso llevar? -esta vez fue Eiden, quien preguntó.
-Sí, se ofreció, pero le dije que me esperaban. -le contestó, miró al otro chico de reojo y agregó, sólo para molestarlo.- Sabiendo como estaba tu hermano, lo tuve que detener rápido. No quería que le haga algo.
-No estaba celoso. -rugió Maxon.
-Okey...entonces... no te molestará que lo llame para decirle que ya solucioné el problema, que si quiere nos juntamos en una cafetería. -hizo un ademán para levantarse, aunque, en realidad, no lo haría. Lo escuchó gruñir y sintió cómo le agarraba la pierna, para detenerla. No pudo hacer más que reír y volver a sentarse.
Todos en la mesa se reían del ataque de celos, lo cual no hizo más que molestar al muchacho, que se levantó de la mesa y salió, directo a su habitación.
-Ve. Si no lo haces, se pondrá peor. -le aseguró la rubia. 
-Además, te mueres por hacerlo. -agregó el hermano que quedaba.
Aimé se puso roja, se levantó de la mesa y subió, rápidamente.
-¿Maxon?, ¿puedo pasar? -Tocó la puerta y, en cuanto escuchó el "pase", entró, sin dudarlo un segundo.-No te enojes.- le dijo, lo abrazó por atrás, posicionado una mano en su cintura y la otra en su pecho; dejó un beso entre sus omóplatos y apoyó la cabeza ahí.
Dos minutos después, escuchó cómo él suspiraba y agarraba sus manos.
-No me enojo, sabes que no. Sólo que me molesta el sólo pensar que estés con alguien que no sea yo.
Se giró, la rodeó con sus brazos por la cintura, y luego besó su cabeza.
-Entonces, no estás enojado, ¿cierto? -ella seguía en la misma posición, sólo que ahora, con él de frente. Maxon negó. Entonces ella le dijo, sin siquiera detenerse a pensar.- Bien, ¿me das un beso?
Él sonrió, con ternura, y...

Victory en multimedia.

Besos, BL.

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