Capitulo I

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Es increíble cómo la vida da muchas vueltas.

En un momento creemos que estamos apunto de estar en la cima del mundo y comerlo pero de la noche a la mañana nos encontramos tirados en la cama sin un centavo.

Ese es mi caso, hace tres meses me encontraba a las entradas de Hollywood creyendo que formaría parte del orbe artístico que lo conforma pero no, no fue así y gracias a eso y a otros hechos me encuentro ahora en Portland en la entrada de reencontrarme con alguien.

Me encontraba en ese momento a las afueras de una cafetería, estaba lloviendo, el frío era horrible, solo tenía una vieja chaqueta de cuero negra y tenía que cargar con mis pesadas maletas, entré en el establecimiento y me dirigí de inmediato hacia una mesa donde estaba aquél hombre de sombrero marrón y chaqueta del mismo color.

-Stan, Stanley Zanovich, ¿Eres tu?- pregunté temerosa

-El mismo, Supongo que eres Claire Fletcher- respondió aquél hombre y fue cuando se puso de pie y nos abrazamos tal vez fue el reencuentro o la emoción de volverlo a ver.

-¿Hollywood no funcionó?- expresó de forma inquisitiva.

-No, me rechazaron.

-Pues bien, ¿Ahora cual es tu plan?- preguntó de forma retórica, el sabía bien mis intenciones, el mejor que nadie las conocía.

-No tengo a donde ir- contesté, miré la ventana en el exterior seguía lloviendo y parecía que no se detendría pronto.

Yo junto con Stan tomé asiento en la mesa del lugar y Stan le dio un pequeño sorbo a su café.

-¿Estas segura de que quieres trabajar con nosotros?.

-Si.

Stan terminó su café, dejo unas cuantas monedas en la mesa, levantó su sombrero y salimos del lugar, caminamos hacia el estacionamiento y nos encontramos con su viejo Chevy de los años 70s.

Pasó un rato y mientras nos alejamos de los edificios y urbanización de Portland nos adentrabamos más en dirección hacia aquel lugar, un lugar que lo reconocí de inmediato, saqué de mi chaqueta un volante del "Fabuloso Circo Ambulante Henriette" en el papel se veía un escenario un tanto alegre y colorido un lugar fantástico.

-Llegamos-dijo Stanley mientras el atravesaba la entrada de vigas de hierro que sobre de ellas estaba en letras amarillas rodeada con grandes focos incandescentes que iluminaban perfectamente el nombre del espectáculo "Circo Henriette".

No sé si era la lluvia o mi histeria pero el circo del volante se veía más amistoso más agradable.

-Hasta aquí llegamos- dijo Stanley mientras bajaba del auto, se dirigió a mí puerta y como buen caballero la abrió, dejándome paso libre para poder bajar del auto.

En cuanto puse un pie en el camino de tierra convertido en lodo, alce la cabeza y mire la luna, hermosa luna en una noche tan terrible, ¿Por que siempre admiramos lo bello en momentos horribles?.

-Stan, demoraste demasiado- dijo una joven de cabello negro, estaba fuera de la carpa, fumaba un cigarrillo y una bata blanca cubría su cuerpo, parecía que el frío no era impedimento para ella.

-Habia demasiado tráfico- respondió Stanley mientras ingresaba en la carpa con mis maletas bajo los brazos -¿Ya está lista la cena?

-Todavía no- espetó la joven -Nathan hizo su famoso pollo a las especias.

Ingresé con una sensación extraña no era temor, tampoco intriga no sabía explicar lo que era, pero estaba mal, entre y la joven me lanzó una mirada como si de un sabueso que encuentra a la marmota se tratase -Hola, no te había visto antes.

-Buenas noches- saludé -me temo que no.

-Mil disculpas- dijo Stanley -Claire, ella es Stephanie, trabaja aquí, Stephanie ella es Claire la nueva solicitante.

-Sera agradable tener un rostro nuevo aquí- respondió.

Continuamos con nuestra caminata hacia lo que parecía ser el comedor, dentro estaban unas cuantas personas que tampoco conocía.

Un hombre de cabello negro, corte estilo Elvis Presley y una camiseta blanca con tirantes estaba cargando un plato de metal recién sacado del horno.

-Que bien huele Nathan, me muero de hambre- dijo otro hombre, bueno este se veía mucho más joven, cabello largo alcanzaba su cuello y unas gafas caían por su nariz.

De pronto todas las demás personas que estaban allí se reunieron alrededor de la mesa.

-Si no me equivoco, Stan, traes compañía- dijo el joven con tirantes.

-Bien dicho Nathan- respondió Stan, se puso de pie y con voz profunda anunció -Compañia, es un placer presentarles a Claire Fletcher, nuestra nueva integrante.

-¿Y que sabes hacer?- preguntó otra chica, tenía una hermosa cabellera pelirroja con un peinado estilo decada de 1940 -Por cierto me llamo Rebecca pero puedes llamarme Becky-

-Para serte sincera, no tengo ni la más mínima idea- dije con voz entrecortada.

-No te preocupes- respondió Becky - muchos cuando llegamos no sabíamos ni lo que hariamos mira por ejemplo​ a Reed- dijo señalando a un hombre de piel oscura y ropa formal e impecable, también usaba gafas pero más discretas que las de Daryl -El ni siquiera sabía que hacer hasta que monto una motocicleta.

-Soy Reed, Reed Baxter- dijo el hombre de quién Becky había hablado anteriormente.

El chico que había olfateado el pollo de Drake se acercó a mí y me dijo -Hola, soy Daryl- expresó de manera precipitada, se podía detectar el exceso de entusiasmo en su voz -Lo mejor de estar aquí es que tienes libertad creativa, puedes ser lo que quieras menos una cosa.

-¿Que no puedo ser?- dije mientras probaba un trozo de pollo, era jodidamente delicioso.

-Payaso- dijo Stephanie.

-Es la regla de aquí, no debes preguntar solo cumplela y todo irá de viento en popa- acertó otro joven de cabello rizado -Perdón por mis modales, me llamo Jean.

Vaya, hace apenas una hora cuando llegue aquí tenía una opinión bastante diferente a la que tengo ahora de este lugar, talvez no sea tan difícil trabajar aquí, talvez no sea tan desagradable mi nueva vida

El Gran EspectáculoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora