Mi pequeño problema.

Capítulo 15

(Foto. Cordelia, mamá de Yami)

— Nosotros. — respondió Ashita con obviedad. — callate ya, Rebeca esta reposando

Yugi trató de no perder la cabeza, pero le era imposible con ella en frente aún negándole en sus narices su verdadera familia. El ya tenía claro sobre que ella no era su madre por todos los horrores que había pasado.

— Mientes mujer, mientes...

— No lo hago, por desgracia eres mi hijo. De nada sirve que me insistas en preguntarme algo que es tan obvio. — Ashita se acerco acomodarle las sábanas a Rebeca que seguía durmiendo tranquila. Exenta del problema.

— Acabas de admitir que no soy el hermano de Rebeca ¿cuánto más vas a negarlo?

— Primero que nada, eso fue por la tensión del momento, no sabía que decía al estar tu aquí. Creí que estabas en California, hablaré con la Directora de esto, olvida ya esa tontería que no tienes familia porque no estas en una Telenovela ficticia donde el niño quiere saber sus origines porque ¡Esta es la vida real, y esta es tu familia! Por mucho que te quejes.— se quejó Ashita que su hijo siguiera con eso. Quería cambiar de tema lo más pronto posible.

Yugi vio en silencio como aquella mujer le ofrecía tantas atenciones y mimos a Rebeca que lo hacía con tanta dedicación que por un segundo sintió envidia.

— Solo me quejo de ustedes. — comentó caminando hacia una ventana abriendo las cortinas — si eres mi verdadera madre ¿porqué me tratas así? ¿porqué papá nos abandonó? ya se porque, pero no nos llevo con el. — repuso rápido cuando su madre iba a contestar — No se como una madre puede ser tan fría como tú, tan dura...

Ashita se quedo callada sin decir nada, manteniendo su atención en la puerta del baño pensando que de ahí saldrían las respuestas.

— Así es la vida, hijo.

— ¡No soy tu hijo! — exclamo frustrado alejándose de la ventana.— Responde, es lo único que te pido.

— ¿Quién te dijo semejante idiotez eh? ¿Ese psicólogo de allá fuera? ¿Yami?

— ¡No! — le producido un amargo saber que llamaba a su psicólogo por su nombre. Solo el podía, el— nadie, nadie en especial.

— Yugi onii-chan...

De pronto la tensión en el ambiente se relajo ante las palabras de su hermana que despertaba de su sueño. A Yugi lo invadió una alegría que nunca experimento al sentirse tan aliviado de no haber perdido a su única familia; Rebeca, y aunque no fuesen de sangre el la amaba.

— Aquí estoy. — se acercó tomando la pequeña y blanca mano de su hermanita, estaba un poco fría.— ¿Segura que estas bien?

— Si, solo quería volver a verte. Soñé contigo, que estábamos juntos en casa, cuando eramos unos niños aún, cuando...todo era más luz que oscuridad.

Se le partió el corazón al oír eso.

— Ashita, vete — apretó los puños — no quiero hacer una escena, por favor. — la mujer salio, ella tampoco quería hacer ya una escena delante de su niña genio.—Lo siento Becky.. — murmuró con algo de culpa sentándose en la camilla, que lamento hacerlo pues estaba algo rígida el colchón — todo esto pasa por mi egoísmo y tu terminas afectada. De verdad perdoname, yo debo protegerte.

— Becky — la niña sonrió con nostalgia por como la llamó — hace años no me lo decías, gracias. Lo extrañaba. — su mano apretó mas la de su hermano brindándole seguridad, cosa que debería hacer el, no ella. Pero ya a su edad, era muy madura. — no te culpo, estas en una etapa que solo tu puedes superarla, esto no se trata de revelarte contra el mundo — explicó — intentas llenar el vacío que tienes, ahí... — Rebeca señalo su pecho, el cual llevaba puesto un coldije de diente de León que le compró Yami en el aeropuerto — tu te sientes solo desde que papá se fue,siempre pensé que era una etapa de rebeldía contra el Mundo, pero en realidad te sientes solo.