Todos en el instituto Afton le tienen miedo a Keitlen.
¿La razón?
La chica es la ama en la tecnología, lo sabe todo, la última vez que alguien la desafió, el pobre chico tuvo que cambiarse de instituto.
Pero alguien está empeñado en conseguir toda...
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- ¡Tic, Tic, TIC! ¡Ti...!- la alarma no siguió sonando porque la lancé contra el armario.
«¿Quéhoraera?»
Encendí mí celular, la luz me cegó por un momento, así que entreabrí los ojos, las 7:00 a.m.
«¡Malditasea, voyallegartardeal instituto!»
«Esotepasa, porquererserlaamaenelhackeo» me regañé yo misma.
Despertar no es como lo narran en los libros, no hay nada de luz mágica que hace que te levantes de un humor que hace a cualquiera vomitar arcoiris. Bueno, o ese no era mí caso.
Le pondría la alarma al celular, pero con mí mal humor matutino, tendría que comprar 6 celulares cada mes y sólo digamos que las arlarmas son más baratas.
Me levanté de un salto, pero mí pié derecho estaba enredado con la sábana e hizo que cayera directamente al piso.
Después de quitar la sábana de mí pié, fui al pequeño armario que había frente a la cama, y busqué ropa, lo típico: una camiseta blanca, una chaqueta negra, los converse negros con blancos, pantalones negros y ropa interior.
Corrí hasta el baño, lavé mis dientes, me desvestí, y me metí a la ducha. Me bañé y me vestí.
Salí de la habitación y fui directo hacia donde se encontraba el amor de mí vida: "La cocina." Busqué algo rápido y ligero para comer: Pan tostado, un plato de queso, un plato de jamón, jugo de naranja, unas papas fritas y una saludable manzana.
