Bostecé por enésima vez en el ésta hora, no habían empezado las clases y me encontraba en uno de los bancos del instituto, de esos que estaban bien escondidos por una gran razón, no supe reaccionar al mensaje de Connor.Mi celular vibró en mi mochila, lo saqué y miré que era un mensaje pero no era de Connor, si no de su padre.
"Nos veremos con nuestros nuevos socios en la antigua fábrica en el Norte de la ciudad a las 1 a.m. no faltes."
Junté mis cejas y bufé, genial hoy es el día de las desgracias. Escuché que acercaban pasos hacia mí y borré el mensaje rápidamente.
—Holaaa-saludó alegremente Yannet sentándose a mi lado. Tenía un vaso transparente con algo rosa intenso en su interior—. ¿Quieres? Es un smoothie de fresa.
Hice una mueca—, Odio las fresas.
Puso una cara de sorpresa y se rió tomando un sorbo de su Smoothie.
—Oye, Connor te estaba buscando, dijo que te espera en el salón de arte—anunció recordándome lo nerviosa que estaba por su mensaje de ayer.
-Iré a verlo, bye Yannie-me despedí.
Caminé con paso apresurado por todo el instituto hasta dar con el dichoso salón de clases. Al entrar lo vi en uno de los asientos de atrás, hablando animadamente con la profesora de Artes, cuando sus ojos conectaron con los míos, le dijo algo y salió en mi encuentro.
-Hol...-sus labios hicieron contacto con los míos haciéndome imposible terminar la palabra.
-Hola, amor-me saludó tras separarse un poco de mi.
Me quedé embobada.
Mi mente estaba de vacaciones después del beso, porque tardé en contestar y reaccionar.
-
—No quiero sonar grosera, pero... —dije apartandome un poco debido a su cercanía—. ¿Qué era tan importante que me escribiste tan tarde?Sonrió—, Es mi madre.
Mi corazón se estrujó.
—¿Está bien, le pasó algo?—pregunté con angustia.
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La Hacker
Genç KurguTodos en el instituto Afton le tienen miedo a Keitlen. ¿La razón? La chica es la ama en la tecnología, lo sabe todo, la última vez que alguien la desafió, el pobre chico tuvo que cambiarse de instituto. Pero alguien está empeñado en conseguir toda...